El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha fichado a Rodrigo Rato para el consejo asesor internacional de la entidad. Rato vuelve a un sitio que ya conoce pues entró a formar parte de este consejo asesor en 2008 y lo abandonó para presidir Caja Madrid. Sin embargo, las circunstancias han cambiado. Ahora, el expresidente de Bankia está imputado en la Audiencia Nacional por los presuntos delitos de falsedad contable, maquinación para alterar el precio de las cosas, apropiación indebida y administración desleal a raiz de las irregularidades que rodearon la salida a bolsa de Bankia y posterior quebranto empresarial. Bankia fue nacionalizada en mayo de 2012 tras haberle inyectado 22.242 millones de euros de dinero público para evitar su quiebra.
Como miembro del consejo internacional del Santander, Rato colaborará en el "diseño, desarrollo y, en su caso, puesta en marcha de la estrategia de negocio a nivel global, mediante la aportación de ideas y la sugerencia de oportunidades de negocio", según explica la Memoria del Santander.
No es la única entidad a la que asesora el expresidente de Bankia y exvicepresidente y ministro de Economía en el Gobierno de Josíé María Aznar. En enero de este año, el presidente de Telefónica, Cíésar Alierta, tambiíén le fichó para los consejos asesores de la compañía en Latinoamíérica y Europa. Telefónica defendió el nombramiento por la "experiencia y trayectoria" de Rato para "reforzar la visión global de la compañía". Rodrigo Rato fue director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que abandonó en noviembre de 2007, año y medio antes de acabar el mandato, por razones personales. Posteriormente, un informe interno del FMI hizo una demoledora crítica de la etapa en la que estuvo el español al frente.
El consejo asesor internacional no forma parte de los órganos de gobierno del Banco Santander. El año pasado, el consejo asesor se reunió sólo dos veces. En esas dos reuniones trataron la evolución de los resultados del grupo, la situación y perspectivas en la Unión Europea, los resultados de las elecciones en Estados Unidos y su impacto en la economía, la evolución de la economía española y los avances en la reforme del sistema financiero. Rato se incorpora a un consejo en el que, según la memoria del grupo, figuran Santiago Foncillas, expresidente del Grupo Dragados, Richard Gardner, ex embajador de EEUU en España, Francisco Pinto Balsemao, ex primer ministro portuguíés; Fernando Masaveu, presidente del Grupo Masaveu; y George Mathewson, expresidente de Royal Bank of Scotland, entre otros. Lo preside Antonio Fernández, expresidente del Grupo Modelo en Míéxico. Son asesores externos y "en ningún caso tienen la condición de administradores", señala el Santander. En 2008, cuando Rato se incorporó al consejo se publicó que cobraría 200.000 euros, cantidad similar a la que percibe en la actualidad de Telefónica.
Cuentas "poco creíbles"
El 'caso Bankia' ha obligado al presidente del Santander a acudir a la Audiencia como testigo para explicar lo hablado en dos reuniones (viernes 4 de mayo y domingo 6 de mayo) que mantuvieron los presidentes del Santander, BBVA y Caixabank con el ministro de Economía, Luis de Guindos, y Rodrigo Rato, entonces presidente de Bankia. Emilio Botín y Francisco González (BBVA) explicaron al juez Fernando Andreu que consideraron "poco creíbles" y "demasiado optimistas" las cuentas de Bankia. El juez buscaba aclarar si las reuniones habían tenido un carácter extraordinario o se trataba de encuentros habituales. Quedó claro que había tenido un carácter especial y casi monográfico sobre el futuro de Bankia. Aunque en la reunión no se habló de la dimisión de Rato porque "no era el momento ni el lugar", según declaró Botín, un día despuíés el presidente de Bankia dejaba su cargo coincidiendo con el anuncio de una inyección de dinero público de 10.000 millones de euros, que luego hubo de aumentarse hasta casi 23.000 millones. Cuarenta y ocho horas despuíés, el Estado nacionalizaba BFA, la matriz de Bankia.
La Audiencia Nacional investiga si existió una estafa a gran escala con la salida a bolsa de Bankia, además de una posible apropiación indebida y administración fraudulenta por parte de sus anteriores gestores, de los cuales hay más de una treintena de imputados.
