La más que holgada victoria de Angela Merkel no altera demasiado los ánimos de los inversores. A primera hora de la mañana los mercados de futuros marcan ganancias de muy escaso calibre. Al borde de la mayoría absoluta y con un respaldo muy superior al de hace cuatro años, la canciller ve reforzado su papel como líder de la zona euro, si bien en un momento en el que las situaciones de mayor riesgo para la Unión Monetaria han quedado, aparentemente, atrás.
Merkel negociará, posiblemente, el apoyo del SPD, aunque partiendo de una abrumadora ventaja, a a solo cuatro escaños de la mayoría absoluta. Algo que entraba en las quinielas ya antes de las elecciones. Respecto a la zona euro, probablemente se mantenga el tedioso proceso de toma de decisiones con el que Europa (es decir, Merkel) ha afrontado la crisis.
Y, como si reflejo de la personalidad de Angela (cuyo lema de campaña era "una Alemania fuerte"), el euro continúa imperturbable, reforzando su cotización frente al dólar. Se cambia a 1,35 dólares, el nivel más alto en siete meses. El retraso de la retirada de estímulos por parte de la Fed es el lastre del dólar.
Fuera de Berlín, la otra noticia está en China, donde la las cifras dan cuenta de una muy bienvenida mejora de la actividad industrial. El dato preliminar del índice PMI industrial quedó en septiembre por encima de las expectativas, en 51,2 puntos frente a los 50,9 esperados, y está en el nivel más alto en medio año.
