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La pobreza tambiíén contamina, aseveró el presidente de Ecuador, Rafael Correa, tras negar que la eventual explotación de los yacimientos petroleros de la reserva natural del Yasuní provocará un daño ambiental en esa región amazónica.
En declaraciones al canal de televisión Telerama desde la sureña ciudad de Cuenca, el mandatario apuntó que las ganancias que se obtengan con la venta del crudo serán utilizados para desarrollar el país.
No podemos ser tan irresponsables como para dejar 18 mil millones de dólares bajo tierra, que podrían ser utilizados para combatir la pobreza, construir escuelas, y hospitales, añadió.
Correa calificó de politiquería los reclamos de algunos grupos ecologistas y sectores de la oposición, en el sentido de que la decisión del gobierno de explotar el Yasuní provocará un grave daño ambiental en esa reserva natural de la biosfera.
De acuerdo con el jefe de Estado, los más entusiasmados con el proyecto son los pobladores de la Amazonía, porque ellos, dijo, quieren salir de la pobreza.
Aseguró que además de los 18 mil millones de dólares que se calcula aportará a las arcas del Estado la explotación de los yacimientos, la economía ecuatoriana crecerá hasta en un cinco por ciento más, solo por ese concepto.
El tema del Yasuní entró en la agenda política del Ecuador despuíés que Correa dio marcha atrás a una iniciativa que buscaba dejar bajo tierra el crudo, a cambio de una compensación que aportaría la comunidad internacional.
Según el gobierno ecuatoriano, en los seis años transcurridos desde que se hizo la propuesta solo se logró recaudar el uno por ciento de los tres mil 600 millones de dólares que pedía el país andino.
El mandatario reiteró este jueves que si la Asamblea Nacional aprueba la propuesta del Gobierno de explotar el Yasuní, la extracción del crudo se hará de forma responsable para minimizar el impacto ecológico.