Por... Antonio Sandoval
Los mercados financieros están dominados por un “sentimiento paradójicoâ€.
Por una parte, se incrementa el temor ante la parálisis de las negociaciones en Estados Unidos para lograr un presupuesto fiscal y elevar el techo de la deuda. En este último punto la fecha es el 17 de octubre, pero podría modificarse.
Por otra, los capitales recurren a coberturas en bonos del Tesoro y dólares estadounidenses, lo cual es una gran paradoja, dijo Sergio Kurczyn, director de estudios económicos de Banamex.
“Nosotros tenemos una probabilidad de 5.0 por ciento de que Estados Unidos entre en default, es muy baja todavía pero debemos considerar que hace 30 días el porcentaje era de prácticamente cero; el tiempo se convierte en un factor decisivo, conforme pasen los días y no se registren avances en las negociaciones, las presiones para los mercados creceránâ€.
Para el directivo bancario, pensar en un default histórico para Estados Unidos sería una catástrofe (el primero en casi dos siglos) no sólo para ese país sino en el mundo entero y no se diga en Míéxico: “El escenario mexicano económico y financiero se trastocaría por completo, sería el equivalente a lo que sucedió con Lehman Brothers, el riesgo para Míéxico existe y podría ser mayúsculo, tomando en consideración el bajo crecimiento de la economía nacionalâ€, indicó.
Lo que sucede es que en el escenario más pesimista, los capitales primero buscarán una cobertura pero no la encontrarán fuera de Estados Unidos, por eso las tasas de los bonos se mueven ya a la baja.
Lo que hacen los capitales es buscar la moneda de reserva global, la que representa a la economía más fuerte, y íésa es el dólar. Esa es la gran paradoja que domina en estos momentos a los mercados.
“Los mercados emergentes pasan por un bache de crecimiento que no les permitirá funcionar como refugio para los capitales; el ciclo en este momento para la inmensa mayoría de las naciones en desarrollo es a la bajaâ€, expuso Kurczyn.
El tiempo es factor, desde luego que las presiones día con día crecerán, asegura Banamex. Tipos de cambio y bolsas de valores son los más expuestos, pero la economía tambiíén.
Sergio Kurczyn hace una reflexión sobre lo peor que sucedería, es decir, en un escenario de default: “Primero que nada un default significará que los mercados financieros globales habrían recibido un duro golpe con antelación pero, en mi opinión, ese mismo default duraría unas cuantas horas. Cuando los políticos tomen conciencia de la magnitud del daño y de las consecuencias globales devastadoras, tendrían que llegar a acuerdos inmediatos. El problema en este momento es precisamente la polarización política.
“Lo más aterrador es cuando las tasas de interíés en Estados Unidos empiecen a subir, signo inequívoco de que se inició la estampida de los capitales y algo es seguro: tampoco se van a refugiar en Míéxicoâ€, concluyó el especialista.
Creció el nerviosismo en los mercados
Conforme pasan los días, el nerviosismo en los mercados financieros se incrementa. Ayer jueves, las bolsas de valores se pintaron de rojo por la falta de noticias positivas en Estados Unidos respecto al presupuesto y al techo de la deuda.
En Nueva York, el índice industrial Dow Jones registró al final de la sesión una caída de 0.90 por ciento y rompió el piso de 15 mil unidades, algo que no sucedía desde principios de septiembre.
Por su parte, el Nasdaq retrocedió 1.07 puntos porcentuales, mientras que el S&P 500 siguió los mismos pasos con una píérdida de 0.90 por ciento.
En Míéxico la tendencia fue idíéntica. El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores tuvo una caída de 1.11 puntos.
En el caso del peso, en la sesión de ayer se incrementaron las presiones. La paridad interbancaria llegó a cotizar en un máximo de 13.35 unidades, según información oficial del Banco de Míéxico, aunque al cierre quedó en 13.1950, diez centavos arriba del valor previo.
El factor de cobertura global sigue funcionando. El bono del Tesoro de Estados Unidos a plazo de 10 años bajó a 2.62 por ciento, frente al 2.64 anterior.