El presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, se retrataba ayer y aportaba 2,5 millones de acciones -en torno a un millón de euros- al pacto de accionistas históricos que tiene su participación vinculada a los Polanco. La bolsa celebraba el nivel de compromiso y la cotización de la sociedad se disparaba ipso facto. Claro que la decisión no es inocente. Y es que el paso al frente del factótum de El País permite a la familia fundadora mantener un porcentaje de control –por encima del 30%- y no arriesgarse a accionar un mecanismo automático que le obliga a vender ya Digital+.
De hecho, y según explicaba la compañía a mediados de 2010 en el marco de los acuerdos para la entrada en la firma de Liberty, Telefónica y Telecinco “podrían instar a Prisa a vender su participación en Digital+†si el accionista de control dejaba de ostentar, “directa o indirectamente, al menos el 30% de las acciones ordinarias de Prisaâ€. Tanto la teleco como el grupo audiovisual italiano acababan de entrar en la plataforma de pago con un 22% y, a cambio de 500 millones por cabeza, habían arrancado a Prisa jugosas prerrogativas contractuales ante las estrecheces económicas que atravesaba la propietaria de la Cadena Ser.
La aportación realizada ayer por Cebrián, que deja a los Polanco & Co. en el 30,35% de Prisa, permite a la compañía manejar sus propios tiempos, en el sobreentendido de que la venta de Digital+ está ya decidida. Como publicó El Confidencial, la banca ha condicionado la refinanciación de la deuda de la compañía –que sobrepasa los 3.200 millones- al cumplimiento de un ratio de deuda en relación al beneficio operativo (ebitda) de aquí a 2016. En román paladino, le da tres años para vender Digital+, su 17% en Mediaset, Media Capital y lo que sea necesario para cumplirlo. Un margen de 36 meses para lograr el mejor precio que Prisa podría perder si se activan las citadas cláusulas.
Todo a la espera de cómo quede configurada la compañía el 1 de enero de 2014, cuando se prevíé que entren en el capital de la casa Santander, La Caixa y HSBC -que hace un año acordaron canjear deuda por importe de 334 millones de euros- y Telefónica -que adquirió bonos convertibles por una cuantía de 100 millones-. Un movimiento del establishment nacional que sin duda dejará a los Polanco por debajo de ese 30% de control y obligará a las partes a posicionarse o a revisar los acuerdos. De hecho, las entidades financieras serán entonces los principales accionistas de la empresa.
Según el contrato de accionistas remitido a la CNMV en diciembre de 2011, Cebrián apenas contaba con 29.531 acciones. Tras la operación de ayer pasa a vincular al sindicado 2.529.531 títulos, un 0,343% de la sociedad. En su conjunto, el presidente ejecutivo roza el 1% de Prisa, de acuerdo con los datos que maneja el supervisor. Diferentes miembros de su familia tambiíén ostentan participaciones. El pacto, que en su última comunicación en febrero de 2012 controlaba el 4,78% de Prisa, mantiene ahora el 3,8%. Cebrián -que recibió 1,8 millones de acciones en 2011 como recompensa por la operación de Liberty- es el tercer accionista en derechos de voto dentro del acuerdo, tras Libertas 7 e Inversiones Mendoza Solano.
‘Bonus’ a directivos
En paralelo, el Grupo Prisa no descuida a sus directivos pese al frente que tiene abierto con los bancos. Según información remitida a la CNMV, al menos una decena de ejecutivos se han embolsado en los últimos días diferentes paquetes de acciones, en atención al plan de retribuciones puesto en marcha por la compañía allá por finales de 2010. La sociedad registraba hasta septiembre píérdidas de 171,7 millones de euros, despuíés de cerrar 2012 con un agujero de 255 millones extras.
Por tanto y aunque las cuantías son casi simbólicas, la entrega se produce en un momento más que delicado para la compañía. Por ejemplo, el consejero delegado de Prisa TV, Pedro Guillíén, recibió 53.708 títulos fuera de mercado, a un precio por título de 0,27; el consejero delegado de Santillana, Miguel Cayuela, se embolsó 60,161 acciones; el presidente ejecutivo para el área de prensa y consejero delegado de El País, Josíé Luis Sainz, 48.957; el director general de Prisa Radio, Andríés Cardó, se hizo con 50.808, y el director de Organización, Recursos y Tecnología, í“scar Gómez Barbero, 42.679, entre otros agraciados. Los miembros del consejo de administración tambiíén han recibido diferentes remesas de acciones en lo que va de año.
La junta extraordinaria de accionistas celebrada el 27 de noviembre de 2010 -la que dio luz verde a la entrada en el capital de las firmas de inversión y hedge funds de Liberty- aprobó un plan de retribuciones para consejeros y directivos basado en la entrega de acciones entre 2010 y 2013. Además, Prisa prepara su particular club de los 100. No en vano, ese será el número aproximado de ejecutivos que prevíé incluir en otro plan de incentivos que se liquidará en 2015 y se abonará en 2016. Reportará a los elegidos un jugoso bonus en metálico y acciones por hasta 28 millones.