Abertis, a travíés de su filial francesa Sanef, se ha adjudicado el contrato para el diseño y gestión del nuevo peaje que se instalará en la autopista que cruza el Támesis en la ciudad de Dartford, uno de los principales accesos a Londres, con los que prevíé ingresar 434 millones de euros en diez años.
Según ha informado este miíércoles la concesionaria, el Dartford-Thurrock River Crossing es uno de los accesos a la capital británica ya que permite el enlace entre la carretera de circunvalación de la ciudad, M25, con el principal acceso a Londres por el este. La infraestructura está diseña para acoger 135.000 vehículos diarios, aunque puede llegar a superar los 160.000, en los días de mayor congestión de tráfico.
El contrato firmado con la Highways Agency, la autoridad británica de autopistas, tiene una duración de siete años, que puede aumentarse tres años más, y está previsto que el sistema estíé en marcha a partir de octubre de 2014. El nuevo peaje libre (free-flow) permitirá que los usuarios puedan circular sin tener que detenerse para pagar, gracias a las instalaciones de un pórtico de paso libre con cámaras y otros sistemas de detección de vehículos.
Esta nueva tecnología tiene ventajas de movilidad con la reducción de la congestión de tráfico y una mejora en la circulación, además de aportar ventajas medioambientales con la reducción de las emisiones de CO2.
Este contrato se suma al de la gestión del peaje en un puente en construcción en la ciudad de Liverpool, adjudicado en las últimas semanas. Sanef gestionará el peaje de flujo libre del Mersey Gateway Bridge, un puente de un kilómetro de longitud y tres carriles por sentido, que será una importante vía de comunicación entre el noroeste de Inglaterra y el resto del país y que podría estar en funcionamiento en la primavera de 2017.
Por otra parte, las filiales francesas de Abertis Sanef y Sapn ultiman un acuerdo con el gobierno francíés para invertir aproximadamente unos 700 millones de euros a cambio de alargar entre 2 y 6 años las concesiones de sus autopistas, en el marco de un acuerdo global que el ejecutivo galo negocia con varias concesionarias.