Bueno…, pues aquí estamos otra vez. Y que no falte.
Hoy estoy alegre y feliz como una perdiz. ¿Por quíé?, se preguntará vuesa merced. Fácil…, porque me han subido el sueldo, cobro más que antes, he salido de la crisis, soy un ejemplo para el resto del mundo y apenas pago impuestos, lo que me aplican es una revalorización fiscal…; y no voy al cine porque no me gusta el cine español de ahora, sí voy, sin embargo, con profusión, a ver multitud de películas extranjeras, por lo que el IVA no me afecta en absoluto. Esto líéalo, por favor, con la mayor de las sonrisas, pero de esas que muestran una mueca de lado, así como diciendo...‿pero íéste quíé dice…?.
Simplemente les estoy describiendo el mundo que el ministro (lo pongo en minúsculas) Montoro (en mayúsculas porque es un apellido, que si no…) está dibujando de España y de los españoles. Por las redes se está esparciendo, y no es casualidad, que la palabra mentira, con una o, es montoro. Pues eso…
Estamos en crisis, la inmensa mayoría de la población lo está pasando mal o muy mal, la hacienda pública nos está crujiendo y lo mínimo que pido, exijo sería mejor, es que los que nos representan, sepan cómo se vive aquí abajo. Que cuando ellos (gobierno y diputados) aprueben una subida de las pensiones mínimas del 0,25%, se les caiga la cara de vergí¼enza y se quiten ese complemento hasta máximos de sus pensiones. Quíé menos que ese ejemplo de “solidaridad†hacia la ciudadanía que mira atónita a quienes les representan y de lo que se preocupan.
Cómo me gustaría poder hablar hoy de que se reactiva el mercado inmobiliario, de que los clientes con problemas son apenas unos cuantos, y que eso de rebuscar en los contenedores es cosa de excíéntricos. Pero no puedo porque estoy apegado a la realidad, porque camino por la calle, porque no tengo coche oficial, porque hablo con mis vecinos y porque tengo que madrugar y llegar, luego, a las tantas a mi casa…, y dando gracias a Dios, todos los días.
Mira que lo estoy avisando…, que ya estoy muy cansado de aguantar tanto tonto que usa la tele para reírse de la gente y para dibujar su mundo de fantasía que es fruto de su endogamia y de su universo paralelo..., tan alejado; el mío… el nuestro, nuestro mundo, es otro.
¿Le he amargado lo que queda del día…?, espero que no…, deseo que no. Si la realidad que ve, tambiíén es íésta, no caben más “amargamientosâ€; sólo compartirlos con vuesa merced y pelear por que algún día, desaparezcan…, los “amargamientos†y quienes los producen.
Feliz Fin de Semana…, a pesar de todo.
Vale.
Oberon.