Por... Paul Krugman
He sido descuidado al no escribir nada sobre la nominación de Janet Yellen para dirigir la Reserva Federal; se debió en parte a que no estaba seguro de exactamente quíé decir, ni cómo explicar por quíé muchos economistas y yo estamos realmente felices con su selección.
Pero Noam Scheiber, de The New Republic, da exactamente en el clavo al escribir en un artículo reciente que lo que resulta tan alentador de Yellen no es sólo su historial sino las personas con las que comparte tiempo. Definitivamente, es la candidata de los economistas.
Todos los demás nombres que han surgido para el cargo, de una forma u otra, han estado cerca de Wall Street, hasta Larry Summers, quien cuenta con un formidable ríécord como economista investigador pero tambiíén con un formidable ríécord de ganar dinero ofreciendo consultorías a firmas financieras.
Y aunque en tiempos normales se puede argumentar con base en el sentido de que es bueno tener un profundo conocimientos de finanzas, de los mercados y de todo eso, aquí hay dos verdades fundamentales: Wall Street es en gran parte responsable del embrollo en que estamos, y la gente de tipo financiero se ha equivocado consistentemente; no sólo al no ver los riesgos antes de la crisis, sino en diagnosticar lo que vendría despuíés. Sobre todo, tomaron la postura de que rescatar a los bancos pavimentaría el camino para recuperarse más ampliamente, y no ha sido así.
Mientras tanto, tal como lo señalo frecuentemente, los macroeconomistas acadíémicos sensatos han tenido muy buen desempeño, y Yellen forma parte de este campo.
Entonces, si así lo quiere, Yellen es miembro de mi tribu, y creo que es una cosa muy buena en la economía actual. El hecho de que su designación tambiíén haga historia (sería la primera mujer en dirigir a la Fed) es algo extra.