La reforma energíética en España y los cambios regulatorios en Reino Unido, principalmente, han golpeado el balance de Iberdrola con 1.010 millones, lo que ha obligado a reducir la retribución al accionista un 10,7% con respecto al compromiso asumido en el ejercicio anterior.
Con motivo de la presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año, el presidente del grupo, Ignacio Sánchez Galán, explicó que el precio de recompra del próximo scrip dividend -elección para cobrar en efectivo o en acciones-, que se pagará en enero de 2014, será de al menos 0,125 euros brutos por acción. La elíéctrica defendió esta forma de retribución al accionista mientras lo permita la "situación fiscal", aunque tambiíén mostró su compromiso de reducir capital para paliar el efecto dilutivo en los accionistas que se decidan por cobrar el dividendo en efectivo.
Para ello y siempre que la evolución económica de la compañía lo permita, el grupo amortizará acciones propias en autocartera para compensar el efecto de la emisión de nuevas acciones necesaria en el sistema del programa de Iberdrola Dividendo Flexible aplicado desde 2010.
Tras revisar su política de dividendos, la elíéctrica ha fijado el pay out (la parte del beneficio que destina a dividendo) entre el 65 y el 75%, en línea con el de las compañías con un perfil de negocio similar. Iberdrola se ha visto obligada a rebajar la retribución al accionista a pesar de las medidas de gestión y a las mejoras de eficiencia que, no obstante, han conseguido paliar el impacto regulatorio hasta los 240 millones en el beneficio bruto de explotación (EBITDA).
El beneficio de la elíéctrica sólo ha registrado una bajada del 3%, hasta los 2.275 millones de euros, aunque todavía no se recoge todo el impacto de la reforma, ya que falta por definir la nueva retribución para las renovables.
En este sentido, Galán estimó que el beneficio a cierre del ejercicio registrará una caída mayor y rondará los 2.500 ó 2.600 millones de euros, lo que supone hasta un 11% menos respecto al año anterior.
La reforma
El presidente de Iberdrola se mostró muy crítico con el aumento en la partida de tributos hasta los 1.268 millones, un 45 por ciento más. En concreto, denunció los nuevos impuestos a la generación en España ,que han elevado la carga impositiva en el país por encima del cien por cien, hasta rondar los 800 millones de euros y se consolida como la mayor partida de coste en el país.
Del impacto de los cambios regulatorios por 1.010 millones en el EBITDA, 503 millones corresponden a la reforma energíética aprobada en julio. De esta cantidad, 363 millones corresponden al negocio de generación y comercial, 79 millones al de redes y 61 millones al área de renovables.
La compañía considera que el conjunto de medidas regulatorias en España "no contribuye a garantizar la competitividad del sistema en favor de los consumidores ni a frenar la generación de díéficit de tarifa". En este sentido, Iberdrola volvió a arremeter contra las tecnologías solares y aseguró que los recortes no limitan su crecimiento, a pesar de que "aportan sólo el 5 por ciento de la producción, mientras que suponen el 20 por ciento del coste de la energía".
Galán confirmó que la compañía presentará la actualización de su Plan Estratíégico en Londres el próximo febrero una vez se conozcan todos los aspectos de la reforma, tal y como adelantó elEconomista.
Buena evolución del negocio
A pesar de los varapalos regulatorios y de la sequía y las tarifas en Brasil, cabe destacar la buena marcha del negocio. Iberdrola ha incrementado un 1,8% el margen bruto, hasta los 9.459 millones de euros, al tiempo que ha disminuido el gasto operativo neto, que ha hecho que la eficiencia mejore el 4,6 por ciento.
La compañía resaltó que ha cumplido con su objetivo de reducción de deuda y prevíé cerrar el ejercicio con un endeudamiento por debajo de los 26.000 millones de euros. Durante los últimos doce meses, ya ha logrado reducir su deuda en 3.310 millones, con lo que ha superado el 50 por ciento del objetivo marcado en su Plan Estratíégico.
El presidente de Iberdrola aseguró que no habrá problemas para lograr los 2.000 millones de euros previstos en el periodo 2012-2014 en desinversiones. En este sentido, rechazó realizar ventas adicionales a las ya contempladas, aunque no descartó "algún ajuste de su cartera si hubiera oportunidad de afrontar otras inversiones".
Por otro lado, Sánchez Galán quito hierro a los 1.000 millones de díéficit de tarifa pendientes de titulizar, ya que "el Gobierno se ha comprometido a colocarlos en el mercado antes de finales de año". La elíéctrica se dejó un 2,2 por ciento, hasta los 4,48 euros, en la sesión de ayer.