El fútbol e Iberdrola son los mayores quebraderos de cabeza profesionales que ha sufrido Florentino Píérez en los últimos años como presidente del Real Madrid y de ACS. El primero de esos dolores parece que tardará en curarse. El segundo puede que hasta se convierta en una gran alegría en forma de unas plusvalías que, hoy por hoy, superan los 500 millones de euros y que se podrían multiplicar por tres.
Según aseguran fuentes próximas a la constructora, la compañía detallará en la próxima presentación de los resultados del tercer trimestre la evolución positiva de un contrato de derivados que firmó en julio de 2012 cuando no tuvo más remedio que vender un 12% del capital de Iberdrola ante la presión ejercida por sus acreedores, con UBS a la cabeza.
Aquella operación, que supuso unas píérdidas de 1.900 millones de euros para ACS incluida la desinversión inicial realizada en abril. Fue acompañada de una opción call spread sobre 597,28 millones de acciones de Iberdrola, representativas de cerca del 9,5% de la elíéctrica. Al cierre del primer semestre, la compañía tenía registrada dicha opción de venta como un activo valorado en 461,87 millones de euros, momento en el que el grupo energíético cotizaba en bolsa a 3,9 euros.
Hoy lo hace a casi 4,5 euros, lo que representa una revalorización del 15% que ACS actualizará cuando haga públicos los resultados de los nueve primeros meses del año. Teniendo en cuenta que la multinacional presidida por Florentino Píérez pagó una prima de 200 millones de euros por el citado contrato de derivados, las plusvalías actuales rondan los 500 millones de euros.
La intención de ACS es mantener esta estructura financiera sobre el 9,5% de Iberdrola hasta julio de 2015, momento en el que vence la opción de venta. Pero fuentes próximas a la alta dirección de la constructora no descartan que el derivado se deshaga –ya hizo algo parecido a finales de 2012 con otra participación similar– con antelación. Porque los beneficios son muy golosos para los accionistas del núcleo duro de ACS, ya que el precio de compra fue de 3,26 euros.
El objetivo inicial marcado por ACS es esperar a que Iberdrola llegue a los 5,6 euros, precio al que tasó cada título de Iberdrola en 2012 y que supondría unas las plusvalías que rondarían los 1.500 millones de euros. Con esta cantidad, Píérez podría recuperar un elevado porcentaje de las píérdidas que tuvo que registrar el pasado año por su fallida inversión en la elíéctrica. El presidente del Real Madrid las cifró en algo más de 1.900 millones de euros en 2012, pero lo cierto es que los números rojos fueron muy superiores puesto que desde la primera inversión –otoño de 2006– el grupo tuvo que aportar numerosas veces garantías adicionales para evitar que los acreedores le ejecutasen los príéstamos.
ACS llegó a destinar más de 8.000 euros a tratar de quedarse con Iberdrola, de la que llegó a tener un 20% del capital. La mayoría de ese esfuerzo lo hizo con deuda bancaria que no podía devolver. Cuando el pasado año se vio forzada a vender gran parte de su participación, las acciones de la compañía presidida por Florentino Píérez valían un 60% menos que el primer precio que pagó la constructora cuando compró el 10% inicial.
Al grupo controlado por Píérez, los March, los Albertos y la familia Fluxá le queda tan sólo un 1º% de Iberdrola, paquete que controla directamente, despuíés de que el pasado 5 de octubre hiciera una emisión de bonos por 720 millones de euros cuyo subyacente era el derivado sobre el 4% de la empresa energíética que tiene firmado con Natixis y que vence a principios de 2015. La emisión fue todo un íéxito, como el que se puede anotar con la otra estructura de ingeniería financiera.