En la jornada de hoy se constató el cierre de Fagor Electrodomíésticos. El día comenzó con unas declaraciones de Arantza Tapia, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno vasco, que avanzó que la situación del líder nacional en línea blanca avanza “hacia el peor de los escenarios posibles, el del cierre de la empresaâ€. Un mensaje que adelantó el proceso de liquidación al que ahora queda abocado el grupo de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa), que el pasado martes había anunciado que necesitaba 170 millones con urgencia para intentar solventar su crisis.
Ha sido un miíércoles freníético. Como durante la semana, el Ejecutivo de Vitoria y la Corporación Mondragón, donde está integrada Fagor Electrodomíésticos, no se habían dado por aludidos, la dirección de la compañía y la representación de los 2.000 socios comunicaron por la tarde que la falta de financiación generaría el cierre “inminenteâ€. Y especificaron sus consecuencias. “Desaparición de todas las actividades†[trece fábricas, cinco en España] y de “todos sus puestos de trabajo†[5.600 empleos, 2.000 en el país]. La crisis estallará porque la falta de fondos desembocará en el concurso de acreedores, según las mismas fuentes. Y matizan sus consecuencias. Entre otras, la píérdida de 4.000 empleos indirectos, solo en Euskadi. El impacto total supondrá la desaparición de más de 10.000 puestos de trabajo, con la suma de la plantilla citada, y la de los proveedores de servicios de toda España.
Luego está la factura para los socios. Perderán los ahorros invertidos en la compañía. Los 12.000 euros de media por convertirse en su día en cooperativistas, más los retornos que les corresponderían en su jubilación. Un saldo acumulado en base a parte de los resultados anuales. Algunos no lo cobraron a cambio de percibir intereses de hasta el 14% (que dejaron de pagarse la primavera pasada) y otros aumentaron su inversión a travíés de aportaciones voluntarias, tambiíén por una remuneración pactada. La plantilla ha convocado hoy a una manifestación que saldrá de la fábrica del Barrio de San Andríés de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) y que recorrerá las calles de la localidad donde tiene su sede Corporación Mondragón.
Recursos financieros
A primera hora de la noche, desde Corporación Mondragón llegó la respuesta a estas críticas. Y fue contundente. “El proyecto [Fagor Electrodomíésticos] no responde a las necesidades del mercadoâ€. Y la puntilla: “los recursos financieros que demanda no servirían para garantizar su futuro empresarialâ€. Un argumento con cifras. “La corporación ha destinado en concepto de apoyo intersolidario un total de 300 millones†a la empresa de línea blanca. Y dejando claro que la situación de Fagor “no afecta a las demás cooperativas de la corporaciónâ€, porque cada una defiende su propio balance.
Entre subidas salariales y prejubilaciones
Antes de la actual crisis económica, iniciada a partir de 2007, algunos analistas insistían en que la situación económica de Fagor Electrodomíésticos era explosiva. Con una estructura sobredimensionada y con una parte del catálogo de productos ya superado por los precios a la baja de los competidores asiáticos (más económicos en frigoríficos, lavadoras y lavavajillas), la puntilla llegó con el desplome del mercado de la vivienda. No solo en España (donde es líder con una cuota superior al 16%), sino en otros mercados como Francia, a travíés de su filial Brandt. Pero esos expertos insisten en que el consejo rector de Fagor Electrodomíésticos no quería trasladar a la asamblea de socios unos posibles ajustes de plantilla, de sueldos y de base fabril, porque en ese foro de encuentro de los socios solo oían peticiones de más incremento de las remuneraciones. La rebaja de salarios sí que comenzó a aceptarse a partir de 2008, por lo que se ve, tarde.
En el consejo rector de Fagor Electrodomíésticos sí que trataron el año pasado y este la posibilidad de plantear prejubilaciones, como salida para una parte de los 2.000 cooperativistas. Tampoco esta medida llegó al consejo social. Ambos órganos de gobierno sí que emitieron ayer un comunicado conjunto, horas antes del mensaje que llegó desde Corporación Mondragón.
Todos esos ajustes necesitaban de una financiación que no alcanzaba con los 40 millones en avales aportados por el Gobierno vasco en enero de 2013 y por los 70 millones recabados entre todas las cooperativas del grupo vasco en mayo pasado. La vía bancaria tambiíén se agotó en primavera, con una última aportación de 30 millones de Kutxabank a travíés de su fondo Ekarpen.
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