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Autor Tema:    EL ENORME PODER CURATIVO DE LAS SETAS  (Leído 1590 veces)

Scientia

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   EL ENORME PODER CURATIVO DE LAS SETAS
« en: Noviembre 02, 2013, 08:36:11 pm »
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Como quiera que un amplio porcentaje de las enfermedades que nos afectan son causadas por microorganismos patógenos los seres humanos llevamos ya mucho tiempo utilizando con íéxito antibióticos derivados de los hongos, especialmente del gíénero Penicillium. La famosa penicilina, por ejemplo, es producida por el hongo Penicillium chrysogenum, un moho ambiental. Pues bien, los centros de investigación micológica están confirmando en los últimos años que son muchas las setas –incluidas las comestibles- que poseen no ya propiedades antibióticas –que tambiíén- sino inmunomoduladoras, antiinflamatorias, anticoagulantes y antitumorales. Les hablamos de ellas y de sus propiedades.

Paul Stamets, conocido micólogo norteamericano que identificó cuatro nuevas especies y ha publicado seis libros e infinidad de artí­culos sobre el consumo de setas, es además uno de los fundadores de la asociación que agrupa a los bioneers (que podemos traducir como biólogos pioneros), grupo multidisciplinar de defensores de la naturaleza que sustentan que el conjunto de la vida biológica es inteligente y que el ser humano es sólo una í­nfima parte de íésta. Stamets sostiene además que los hongos tienen suficiente poder como para remediar gran parte de los daños que los humanos hemos causado al medio natural y que todaví­a son de carácter reversible, afirmaciones que basa en varias experiencias de descontaminación de suelos y aguas viciadas por compuestos quí­micos tóxicos mediante el uso de hongos que en poco tiempo son capaces de absorber las sustancias dañinas y disminuir apreciablemente la contaminación.
Y es que un micelio –la masa de filamentos que unidos constituyen el cuerpo vegetativo de un solo hongo- puede llegar a ser gigantesco. De hecho se encontró uno de ¡nueve kilómetros cuadrados! Por eso los hongos actúan como autíénticos recicladores de la materia orgánica del planeta. Es más, hoy se sabe que la simbiosis entre los hongos (mycos) y las raí­ces (rhizos) de las plantas –por eso a esa simbiosis se le denomina micorriza- es ya tal que los expertos empiezan  a preguntarse si las plantas podrí­an sobrevivir sin la ayuda de los hongos.

HONGOS INTELIGENTES Y TERAPEUTAS

Para Stamets la “inteligencia fungal” se evidencia tambiíén en el carácter terapíéutico de muchas especies de setas. Porque es evidente que así­ como algunas especies de hongos tienen el poder de matar a un ser humano otras tienen la capacidad de curarle. Algo razonable porque buena parte de las enfermedades que padecemos los humanos las causan microorganismos -desde protozoos hasta bacterias, virus o priones- y los hongos producen precisamente toda una serie de enzimas para protegerse de los que les atacan, enzimas que son las que usamos luego en los fármacos.
A pesar de lo cual hasta hace muy poco tiempo los hongos gozaban de muy mala reputación en Occidente. Claro que en la Edad Media el cornezuelo del centeno diezmó la población europea y hacia 1850 el tizón de la patata causó años de hambre en Irlanda. En cambio en Oriente los hongos son muy apreciados y se utilizan desde hace milenios para tratar muy distintas enfermedades.
Afortunadamente Occidente los ha recuperado y muchos centros de investigación micológica se dedican hoy a rescatar el conocimiento popular de sus propiedades terapíéuticas para poder confirmarlas mediante estudios. Además se investigan nuevas especies y variedades no ya por su conocido poder antibiótico –que tambiíén- sino por sus propiedades antitumorales, inmunomoduladoras, antiinflamatorias y anticoagulantes.
Lo singular es que en realidad tambiíén nuestros antepasados utilizaron las setas con fines medicinales. Al menos desde hace 5.300 años tal como demuestra el cadáver congelado del que serí­a bautizado como Hombre de í–tzi u Hombre de Hielo y que murió por esa íépoca en los Alpes pues cuando se encontró llevaba consigo trozos de Piptoporus betulinus y Fomitopsis officinalis. Es posible pues que ya en aquellos tiempos se supiese que ambos hongos, una vez secos, son muy inflamables y por eso aquel hombre los llevaba para usarlos como yesca para encender fuego... pero tambiíén es posible que conociese sus propiedades antiinflamatorias (ácidos poliporíénicos), antibióticas (piptamina), antivirales y antitumorales (en el caso del primero de ellos). En cuanto al Fomitopsis se harí­a famoso en la íépoca de Dioscórides (40-90 d.C.) –le llamaban Agarikón- siendo muy utilizado en estados de debilidad provocado por infecciones. Hoy se sabe que además de potenciar el sistema inmune tiene propiedades antiinflamatorias.
Con respecto a Oriente se piensa que las setas medicinales ya se utilizaban en China hace unos 4.000 años si bien no se mencionan de forma explí­cita hasta el tratado de Fitoterapia Shen Noug escrito hacia el 200 a.C. En íél se describen las propiedades medicinales de muchas setas, entre ellas la conocida Reishi. Ya en el siglo XI los chinos dominaban las tíécnicas de cultivo en troncos mediante inoculación de las hifas (filamentos de los hongos) y el crecimiento selectivo de muchas especies de setas medicinales.
Agregaremos que en realidad más que del mundo de las setas deberí­amos hablar del universo de los hongos pues se estima que el número de especies en el planeta está entre 250.000 y 3.000.000 (depende de si incluimos o no hongos microscópicos como los mohos y levaduras). Sin embargo solo hay estudiadas unas 25.000 especies. De hecho hace poco se descubrió la primera ¡seta acuática!: la Psathyrella aquatica. Apareció en el fondo de un arroyo en el Estado de Oregón (EEUU). Respecto a las especies con usos medicinales conocidos se han identificado casi mil pero las utilizadas habitualmente no llegan al centenar.

¿POR QUí‰ ALGUNOS HONGOS PUEDEN CURAR?

Los paleontólogos apuntan que los hongos comenzaron a poblar la Tierra, junto a las plantas, en el Siluriano; es decir, hace unos 450 millones de años. Sin embargo demostraron rápidamente ser superiores al resto de las plantas llegando a desarrollarse hongos de hasta 8 metros de altura y un metro de diámetro cuando ninguna de las plantas superaba el medio metro de alto. Son pues pobladores muy antiguos en nuestro planeta y han sobrevivido hasta hoy lo que significa que sus estrategias para seguir vivos han sido tan buenas que les han permitido superar todo tipo de avatares durante millones de años de historia geológica (algo que no puede decirse de los dinosaurios).
A fin de cuentas vivir es una lucha cotidiana y cada ser viviente debe enfrentarse diariamente a muchos enemigos. Por eso la evolución dota a cada ser vivo de armas de defensa. Y los hongos, al igual que las plantas, han desarrollado potentes defensas quí­micas, complejas molíéculas activas que alojan en su interior y en sus membranas externas y les protegen del ataque de bacterias, virus, microbios e insectos (y de otros hongos). Las mismas sustancias que hoy aprovechamos nosotros para hacer medicamentos y defendernos porque a fin de cuentas compartimos con los hongos el 30% de nuestros genes.
Ahora bien, no debemos olvidar que no somos sólo quí­mica: tambiíén somos energí­a. Y las setas poseen un importante componente energíético. De hecho son ante todo las recicladoras de la vida pues utilizan la materia muerta e inerte para integrarla en sus propios tejidos; es decir, de alguna forma devuelven a la vida lo que está muerto. Y esa capacidad de transformar energí­a potencial en energí­a dinámica es posiblemente lo que subyace en la capacidad curativa de las setas. Por eso algunas de ellas -como el Cordyceps- se utilizan desde hace siglos en China para recuperar enfermos convalecientes y como antí­doto contra la vejez y la senilidad.
En cuanto a la bioquí­mica la investigación moderna ha constatado que es en buena medida la sinergia de los polisacáridos que contienen -en especial diversos betaglucanos- con otras sustancias lo que hace que los hongos tengan propiedades antitumorales y potencien el sistema inmunitario. De hecho, como luego explicaremos, todas las setas reseñadas en este artí­culo tienen sustancias especí­ficas beneficiosas para la salud. Desde la lovastatina de los Pleurotus para disminuir el llamado colesterol malo hasta el NGF del Hericium que actúa potenciando la regeneración de las neuronas y de la mielina.
Sin olvidar, por supuesto, que las setas son ricas en proteí­nas y muchas contienen la mayor parte de los aminoácidos esenciales además de vitaminas del grupo B, minerales -como el zinc, el cobre, el selenio y el vanadio-, enzimas proteolí­ticas -algunas de ellas con acción fibrinolí­tica-, triterpenos, fenoles, compuestos aromáticos y otras sustancias, algunas de acción aún desconocida.

LOS “CUATRO MAGNíFICOS”

Con esta mención tan cinematográfica suelen los expertos referirse a las cuatro setas más conocidas universalmente que, por eso precisamente, son las más frecuentes en las estanterí­as de herbolarios y tiendas de dietíética. Veámoslas:
-El Shiitake (Lentinus edodes). Se trata del hongo más estudiado y más popular terapíéuticamente. Contiene un poderoso polisacárido -el lentinano- que actúa como regulador del sistema inmune y potente antitumoral. Es el hongo medicinal más cultivado del mundo siendo su principal productor y exportador China.
-El Reishi (Ganoderma lucidum). El “rey” de las setas medicinales se produce en menor cantidad que el shiitake pero es el hongo oriental universalmente más reconocido. Potencia el sistema inmune e inhibe el crecimiento tumoral. Destacan tambiíén sus propiedades hepatoprotectoras  ya que favorece la renovación de las cíélulas del hí­gado. Además es adaptógeno, antihistamí­nico, analgíésico y anticolesterolemiante.
-El Maitake (Grifola frondosa). Completa la trilogí­a de los hongos orientales más famosos. Sus propiedades son casi las mismas que las de los otros dos. Respecto a sus propiedades antitumorales cabe resaltar que en pruebas de laboratorio se ha comprobado que inhibe el desarrollo de sarcomas en el 98% de los ratones infectados.
-El Champiñón del sol (Agaricus blazei Murrill). Encontrado por primera vez en las montañas del sur de Brasil sus virtudes curativas fueron estudiadas por micólogos japoneses a finales del siglo pasado encontrando que es mucho más rico en betaglucanos que los tres anteriores. En japoníés se le denomina Himematsutake (Seta prí­ncipesca).
(El lector tiene más información sobre estas cuatro setas en los números 58 y 79; puede leerlos en nuestra web: www.dsalud.com).

LAS OTRAS SETAS MEDICINALES MíS POPULARES

Aunque en la tabla adjunta se resumen las propiedades terapíéuticas más significativas de las doce setas medicinales más conocidas (incluyendo las cuatro anteriores) conviene complementar esa información con algunos datos. Y vamos a empezar con una seta muy conocida por sibaritas y gastrónomos: el Boletus edulis. Muy abundante y frecuente en los pinares, robledales y castañares del norte de España es útil saber que se trata del alimento más rico en selenio biodisponible que se conoce, elemento quí­mico de conocidas propiedades antitumorales y antioxidantes. Algunos estudiosos sustentan que contiene sustancias antimutagíénicas así­ como polisacáridos antiinflamatorios, antivirales y protectores de los vasos sanguí­neos.
Otro hongo destacable es el Cordyceps sinensis, tan interesante como singular ya que la mayor parte de su ciclo vital se desarrolla dentro de un insecto (en especial las larvas de orugas que luego se metamorfosean en polillas). El hongo que infecta la larva se va desarrollando durante todo el invierno en el interior de la misma hasta que al llegar la primavera brota del cuerpo momificado de la larva muerta como una larga seta para generar las esporas que se dispersarán en el entorno y repetir el ciclo. Esta especie es abundante en las zonas altas de pastoreo de Nepal y del Tí­bet, a más de 4.000 metros de altitud. Hace miles de años los pastores de veranada notaban un fuerte incremento de la vitalidad de cabras y ovejas que pastaban en las zonas con Cordyceps y comenzaron a consumirlo, en especial para contrarrestar los efectos de la falta de oxí­geno a grandes alturas. Durante muchos años esta seta se reservaba en China para el consumo exclusivo del emperador y se consideraba un tónico más poderoso que el Ginseng. Hace unos veinte años se consiguió cultivarlo sobre un sustrato rico en proteí­nas lo que permite su producción masiva. Contiene importantes cantidades del nucleótido adenosina que actúa a nivel mitocondrial potenciando el ciclo del ATP lo que se traduce en un aumento notable de la capacidad metabólica. Esta acción redunda en beneficio de ancianos, pacientes con astenia o personas que se encuentran en una larga convalecencia y, en general, de todas aquellas personas que deban someterse a intensos y prolongados esfuerzos (deportistas, pilotos, etc.). Por todo ello se recomienda consumir Cordyceps a personas con anemias, fatiga crónica, debilidad cardiaca, EPOC, insuficiencia respiratoria, arritmias, etc. Y por sus propiedades reconstituyentes se aconseja usarlo asimismo en casos de depresión, falta de libido, impotencia e, incluso, para tratar la infertilidad.
ElAuricularia aurí­cula-judae es por su parte un hongo gelatinoso y dulce sabor que tiene la propiedad de absorber el cobre de los suelos resultando un potente antisíéptico (activa los leucocitos), antioxidante (activa la Superóxido Dismutasa o SOD) y anticoagulante-antitrombótico (disminuye la agregación plaquetaria). Tambiíén disminuye el colesterol al potenciar la función biliar y aumentar la absorción de lí­pidos a nivel intestinal. Recientemente se han descrito incluso propiedades protectoras de las cíélulas beta pancreáticas (personas con diabetes I insulinodependientes).
Otra seta gelatinosa es la Orejita blanca o Tremella fuciformis. Cultivada en China desde hace casi 4.000 años forma un manojo de hojas muy delgadas y casi traslúcidas estando considerada un manjar en Japón. De efecto broncodilatador mejora las afecciones de las ví­as respiratorias calmando la tos y suavizando los ataques de asma. Como en el caso de la anterior hay evidencias de que algún componente de esta seta puede reparar las cíélulas beta dañadas del páncreas estimulando la producción de insulina, algo fundamental para los enfermos de diabetes I. En Oriente se utiliza además con fines cosmíéticos pues se piensa que mejora y rejuvenece el cutis. Su pariente próximo, la Tremellamesenterica es muy utilizada tambiíén para afecciones de las ví­as respiratorias pero además actúa controlando el equilibrio entre los estrógenos y los andrógenos; interesante pues para casos de acníé, hirsutismo, falta de libido, etc.
Poco conocida -pero no menos efectiva- es la acción neuronal de la Melena de león (Hericium erinaceus) que potencia la sí­ntesis del NGF (factor de crecimiento neuronal) con mejora de la memoria, la sensibilidad de neuropatí­as perifíéricas (diabetes) y el retraso en la degeneración retiniana. Su uso es recomendable en casos de alzheimer, senilidad, depresión, insomnio, esclerosis múltiple y ansiedad. En Japón se le llama Yamabushitake y se utiliza por su efecto protector de las mucosas del sistema digestivo al ejercer una función reparadora de los epitelios. Por eso se recomienda en casos de úlceras, gastritis, hernia de hiato, enfermedad de Crí¶hn e inflamaciones intestinales.
Queda mencionar el Coriolus versicolor -Kawaratake en japoníés-, tambiíén denominada Trametes versicolor o Seta Cola de Pavo. Es una de las setas de uso terapíéutico más antiguo en China y por eso mismo más estudiadas. Posee efectos antitumorales y el extracto de su principio activo -la cresina o PSK- sigue utilizándose en Japón y muchos otros paí­ses a pesar de estar desaconsejado por la FDA norteamericana. Hay evidencias de su acción hematopoyíética, especialmente en la estimulación leucocitaria. Antifúngica se ha observado especialmente su eficacia en la candidiasis.

OTRAS SETAS MEDICINALES

Como ya dijimos además de las mencionadas hay al menos un millar de setas con propiedades medicinales. Muchas apenas conocidas en Occidente por lo que es complejo acceder a ellas así­ que vamos a centrarnos sólo en algunas más que son fáciles de adquirir en España. Son los casos de…
…las Setas de Cardo. De las que Pleurotus ostreatus y Pleurotus eringii son quizás las más comunes en nuestro paí­s. Ambas tienen cualidades reparadoras y reforzadoras de los vasos sanguí­neos y ejercen una acción relajante sobre músculos y tendones. La primera además –conocida tambiíén como Seta de ostra- es rica en lovastatina y, por tanto, recomendable para las personas con colesterol alto.
… el Hongo de la miel o Armillaria mellea. Frecuente en todo tipo de árbol pero sobre todo en las coní­feras aunque tiene especial predilección por los abetos. Rica en vaillina potencia el riego cerebral y tiene efectos sedantes y anticonvulsivos. Se recomienda en casos de mareos, víértigos, espasmos, tinnitus y apnea del sueño pero tambiíén para el tratamiento del alzheimer, el parkinson y la epilepsia. Uno de sus principios activos, el ácido armillárico, es un potente antibiótico.
…la Colmelilla o Morchella spp. Es una seta comestible muy apreciada por los sibaritas con propiedades antibacterianas y antioxidantes. Es además inmunoestimulante, antitumoral y antiinflamatoria.
…la Lengua de buey o Lengua del castaño (Fistulina hepática). Otra seta de gran valor gastronómico cuya textura, sabor y aspecto es similar al de un filete de carne. Antioxidante y bactericida contiene polisacáridos antitumorales así­ como compuestos fenólicos, entre ellos ácido elágico y quercitina.
…la Seta del chopo o Agrocibe aegirita. Tambiíén tiene propiedades antitumorales gracias a su alta concentración en lectinas (glucoproteinas de identificación biológica).
…la Coprinus comatus. Seta ideal para el tratamiento de la diabetes ya que su alto contenido en vanadio produce un aumento en la respuesta celular de insulina al tiempo que revitaliza las cíélulas beta del páncreas (sin ninguno de los inconvenientes asociados a la ingesta de compuestos de vanadio).
…la Polyporus umbellatus. Muy usada en China para el tratamiento de problemas urológicos y problemas de riñón (nefritis, urolitiasis, etc.). Eficaz cuando se padece Chlamydia, la infección por transmisión sexual más frecuente en Europa. Es tambiíén muy útil en caso de caquexias de origen canceroso. Posee propiedades antitumorales, especialmente en caso de leucemia. Tambiíén se ha demostrado eficaz contra el protozoario Plasmodium, agente de la malaria. Por su contenido en molíéculas talogíénicas -acetosyringe y polyporusterona- potencia el crecimiento del cabello.
…la Innonotus obliquus. Esta interesante seta crece sobre los abedules debilitados o muertos y al alimentarse de ellos concentra los ácidos betulí­nicos y la betulina que hay en su corteza cuya eficacia antitumoral es conocida. Y como tiene asimismo polisacáridos con acción anticancerosa y potenciadora del sistema inmune esa sinergia la hace idónea para tratar el cáncer. Además es rica en melatonina, sustancia de demostradas propiedades antioxidantes y genoprotectoras.
…el Poria cocos. Crece junto a las coní­feras siendo frecuente encontrarla en el pino rojo de China. Es excelente para tratar problemas ginecológicos y de circulación linfática (edemas, retención de lí­quidos, etc.). Funciona muy bien como adaptógeno para el tratamiento de cuadros de ansiedad e insomnio.
…la Volvariella volvacea. De acción inmunomoduladora es muy eficaz en alergias. Es asimismo antitumoral e hipotensora.

PROPIEDADES DE LOS HONGOS MENCIONADOS Y DE ALGUNOS OTROS

Antiparasitarios
Además de la acción antiparasitaria del Shiitake y el Matsutake tambiíén el Hericium erinaceus ha mostrado ser eficaz frente a nematodos y parásitos. Y el Polyporus umbellatum contra el Plasmodium de la malaria. El Kawaratake, por su parte, actúa contra el protozoario Toxoplasma gondii..

Antibacterianos
Además de las setas con propiedades bactericidas que se mencionan en la tabla adjunta hay otras dos interesantes especies que cabe resaltar: la Ganoderma pfeifferi –que ha demostrado no sólo ser eficaz frente a la famosa Propionibacterium acnes que tanto estrago causa entre los adolescentes de Occidente sino tambiíén frente al temible Staphylococcus aureus resistente a los antibióticos y responsable de una de las más graves infecciones hospitalarias- yla Polyporus umbellatus -seta de acción especí­fica para tratar infecciones por Chlamydia-. Agregaremos que son asimismo bactericidas –entre otras muchas setas- las siguientes Fistulina hepatica, Lepista nuda, Piptoporus betulinus,  Coprinus comatus y muchas especies del gíéneroLactarius spp.

Antimicóticos
Además de los mencionados en  la tabla debemos mencionar el Coprinus comatus, el  Lenzites betulina y el Ustilago mays. Añadiremos que tanto la Lepista nuda como el Kawaratake se utilizan en caso de candidiasis

Antiví­ricos
Los efectos contra los virus de muchos hongos han sido repetidamente estudiados en ensayos “in vitro” y, sobre todo, en animales de laboratorio. Actúan tanto inhibiendo las enzimas virales como impidiendo su adherencia a las cíélulas o bien bloqueando su replicación pero tambiíén actuando de forma indirecta por la mera potenciación del sistema inmune merced a la acción de sus polisacáridos.

Antitumorales
El famoso Piptoporus betulinus del Hombre de Hielo se viene usando de forma tradicional en la región de Bohemia para el tratamiento de cáncer rectal. En otras regiones de Europa central y oriental tambiíén se usan las setas del Inonotus obliquus (Chaga) desde hace siglos como anticancerí­geno.
La acción antitumoral de los hongos no se ejerce sólo por medio de sustancias especí­ficas de carácter citotóxico (matan las cíélulas tumorales o bloquean enzimas especí­ficas para su desarrollo) sino que además actúan potenciando nuestro propio sistema inmunitario. La acción de los polisacáridos y los complejos proteico-polisacáridos (lectinas) han sido y son el objeto de los estudios más serios sobre la capacidad terapíéutica de los hongos medicinales y, en especial, el efecto de estas sustancias como activadoras de macrófagos, linfocitos T y cíélulas asesinas naturales (más conocidas como NK por sus siglas en inglíés) tanto en cuanto al incremento de su número como al aumento de la secreción de citoquinas (como las TNF-α, IFN-γ, IL-1β y muchas otras). í‰stas ejercen una acción antiproliferativa e inducen la muerte (apoptosis) de las cíélulas tumorales.
Lamentablemente la mayorí­a de los estudios míédicos publicados y realizados con doble control se han hecho con extractos de principios activos (lentinano, ganomicina, ganoderiol, betulina, etc.) en lugar de utilizarse un extracto de la seta entera y casi todos ellos utilizando las inoculaciones de íéstos junto con el tratamiento de radioterapia y/o quimioterapia. En un caso publicado se utilizó un extracto seco de Grifola frondosa (Maitake) sobre varios pacientes con cáncer en estadios avanzados observándose mejorí­as en el 58% de los pacientes con cáncer de hí­gado, en el 69% de aquíéllos con cáncer de estómago y en el 63% de los de cáncer de pulmón.
La acción antitumoral no es, en suma, exclusiva de las setas señaladas en la tabla adjunta. Hay muchas otras: Fistulina hepatica (Lengua de buey),Hipsizygus tessellatus (Shimeji),Hipsizygus marmoreus (Seta del olmo),Inonotus obliquus (Chaga),Phallus impudicus, Volvariela volvacea, varias especies de laMorchella spp yCraterellus cornucopioides -tambiíén conocida como Trompeta negra (que por cierto es el comestible más rico en zinc).

Antioxidantes
Son varios los experimentos con ratones que han demostrado el efecto antioxidante de los extractos de Ganoderma lucidum (Reishi) y otras setas reseñadas en la tabla. La Auricularia auricula-judae tiene la propiedad de activar la Superóxido Dismutasa (SOD). La actividad antirradicalar del Lenzites betulina, por ejemplo, es cuatro veces más potente que la de la vitamina E; y tiene tambiíén acción antitumoral, inmunodepresora, bactericida y fungicida. Y la Innonotus obliquus contiene melatonina, tambiíén potente antioxidante además de tener otras propiedades.

Potenciadores del sistema inmune
Hay dos tipos de potenciadores del sistema inmunitario: las sustancias que aumentan la actividad de los leucocitos presentes en la sangre o la eficacia de sus secreciones (interleuquinas, inmunoglobulinas, etc.) y aquíéllas que aumentan el número de leucocitos, es decir, que trabajan a nivel de la míédula ósea y tienen acción hematopoyíética. Todas las setas de la tabla estimulan el sistema inmunitario y además de ellas hay muchí­simas otras. En realidad puede decirse que casi todas las setas comestibles y medicinales tienen la propiedad básica de estimular el sistema de defensas del cuerpo humano.

Acción inmunomoduladora
Muchas setas, además de potenciar el sistema inmune, tienen compuestos capaces de limitar una respuesta inmunitaria excesiva lo que las hace muy interesantes para el tratamiento de las enfermedades autoinmunes y las alergias. Y muchos de los hongos reseñados en la tabla han demostrado su eficacia frente a las alergias al limitar la secreción de histamina de los mastocitos. Otros hongos inmunomoduladores son el Enokitake, la Peziza vesiculosa, elPoria cocos, laVolvariela volvacea, elInonotus obliquus (Chaga) y los Pleurotus spp.

Antiinflamatorios
Tambiíén hay muchas setas con efectos antiinflamatorios destacando varias especies de Morchella spp y de Lactarius spp. Tambiíén son muy conocidaslaInonotus obliquus (Chaga) y la Grifola umbellata (Zhu ling).

Antiagregantes plaquetarios
En la tabla se indican las dos setas más conocidas: la Shiitake y la Auricularia auricula-judae. Otro notable antiagregante plaquetario es la Grifola umbellata (Zhu ling).

Antiaterogíénicos
La oxidación de los compuestos grasos que circulan en exceso por la sangre está considerado uno de los principales factores en la formación de ateromas en las arterias. Y a ese respecto varias especies del gíénero Pleurotus spp contienen molíéculas de lovastatina. Además laAuricularia auricula y la Tremella fuciformis poseen una doble acción beneficiosa: disminuyendo la cantidad de colesterol “malo” en sangre e inhibiendo su oxidación. El Enokitake, en cambio, aumenta la excreción de colesterol por ví­a de las sales biliares.

Hepatoprotectores
Aparte de los indicados en la tabla la Grifolaumbellata (Zhu ling) y varias especies de Pleurotus spp tambiíén potencian la renovación de las cíélulas del hí­gado.

Hematopoyeticos
El Reishi, elBoletus edulis, elCordyceps sinensis, elCoriolus versicolor, elSchizophyllum commune y elPleurotus ostreatus estimulan la neoformación de cíélulas sanguí­neas en la míédula ósea. No sólo incrementan pues la vitalidad del organismo sino que además aumentan la potencia del sistema inmunitario creando nuevos leucocitos. Son interesantí­simas para combatir la anemia, la debilidad general o postoperatoria y la senilidad.

Hipoglucemiantes y estimulantes de la secreción de insulina
En el mundo hay ya más de 300 millones de diabíéticos, la mayorí­a de tipo II, es decir, “resistentes a la insulina”. Pues bien, se han realizado ensayos tratando a enfermos con extractos de polisacáridos procedentes de la Ganoderma lucidum y la Grifola frondosa constatándose un notable descenso de la glucosa en sangre con respecto al grupo que ingerí­a el placebo.
Asimismo, en pruebas con ratones hiperglicíémicos alimentados con Poria cocos, Laricifomes officinalis, Fomitopsis officinalis, Cordyceps sinensis y Laetiporus sulphureus se observó una reducción de la glucosa en sangre que señalarí­a un aumento de la sensibilidad a la insulina.
Por su parte, la Tremella fuciformis, la Auricularia auricula y la Coprinus comatus revitalizan las cíélulas beta pancreáticas además de disminuir la resistencia a la insulina, posiblemente por su alto contenido en vanadio. En cuanto a la Ganoderma applanatum inhibe la aldosa-reductasa por lo que baja la glicemia en sangre al tiempo que aumenta la tolerancia a la glucosa. Añadiremos que los Agaricus campestris yAgaricus bisporus (champiñón) potencian la secreción de insulina.

Protectores de las mucosas
Son de especial acción sobre las mucosas respiratorias la Hericium erinaceus, laTremella fuciformes y la Auricularia Auricula-judae. Y actúa protegiendo las mucosas digestivas la Hericium erinaceus.

Anti-edema y mejorí­a de la circulación linfática
En estas dos funciones destacan dos hongos: Poria cocos y Grifola umbellata (Zhu ling).

Potenciadores del metabolismo y anti-obesidad
Las setas Tricholoma matsutake (Matsutake), Grifola frondosa (Maitake), Lentinus edodes (Shiitake) y Flammulina velutipes (Enokitake) inhiben la conversión de cíélulas madre del tejido adiposo en adipocitos impidiendo la obesidad por neoformación. Por su parte, la Cordyceps sinensis activa el metabolismo.

Adaptógenos
La Reishi, la ABM, la Poria cocos, laSparassis crispa y laCordyceps sinensis alivian el organismo del estríés ambiental y psí­quico con igual efectividad que el Ginseng o el Eleuterococcus.

Protectores neuronales
La Melena de león o Hericium erinaceus estimula el factor de crecimiento nervioso (NGF) y la capa de mielina (es especí­fica para tratar el Alzheimer y la esclerosis múltiple). La Armillaria mellea y la Matsutake tienen propiedades anticonvulsivas (son especí­ficas pues para el parkinson y los cuadros de epilepsia). Y la Auricularia auricula mejora la circulación sanguí­nea cerebral y ha demostrado tener efecto antidepresivo.

Impotencia y potenciadores de la libido
La Tremella mesentíérica equilibra estrógenos y andrógenos mientras que la Cordyceps sinensis parece potenciar la testosterona. El Shiitake, por su parte, mejora los problemas vasculares a los que suele asociarse la impotencia al tiempo que estimula la secreción de testosterona (en ambos sexos) por su riqueza en zinc. Tambiíén las llamadas Trompetas negras (Craterellus cornucopioides) son ricas en zinc aunque no hay mención de aumento de la testosterona por ingesta de esta seta en la bibliografí­a consultada.

Emenagogos
Como reguladores de la menstruación destacan la Auricularia auricula, laCordyceps sinensis y laPhellinus igniarus. La Ustilago maydis se utiliza además para estimular las contracciones del útero al dar a luz y para evitar las hemorragias post-parto. Ahora bien, dada su capacidad abortiva estas setas no deben consumirse durante el embarazo.

Acciones especiales de algunas setas:
-La Armillaria mellea es eficaz en casos de víértigos, mareos y tinnitus.
-El Maitake contiene glucosaminas y condroitina protectoras del cartí­lago óseo.
-La Hipsizygus tessellatus (Shimeji) y la Tremella fuciformes son renovadoras y protectoras de las cíélulas de la piel.
-La Grifola umbellata y la Polyporus umbellatus potencian el crecimiento del cabello.
-Los lí­quidos de distintas especies de Lactarius spp y, en especial, del Lactarius deliciosus son muy efectivos en los problemas uro-genitales (cistitis, litiasis renal, gota, etc.).
-Al parecer la Schizophyllum commune (Suehirotake) actúa en casos de Sí­ndrome de Fatiga Crónica.
-El polvo de Langermania gigantea, Bovista gigantea yUngulina fomentaria se usa desde hace siglos como cicatrizante y hemostático por lo que ayuda tambiíén en la cicatrización de úlceras.

Cí“MO TOMAR LAS SETAS MEDICINALES

La mayor parte de las setas medicinales que se mencionan en este artí­culo –las de Hifas da Terra son por cierto ecológicas y de confianza- pueden adquirirse en tiendas de productos ecológicos y  herboristerí­as, tanto naturales, como deshidratadas o en conserva. Tambiíén hay concentrados secos o en extracto hidro-alcohólico preparados por distintos laboratorios que suelen indicar los porcentajes de los principios activos contenidos.En tíérminos generales la ingesta de setas como alimento es suficiente como medida preventiva pero en el caso de un tratamiento (con setas solas o como coadyuvante de otras terapias) es recomendable utilizar los extractos preparados por los laboratorios. Tambiíén se disponen de preparaciones más complejas que combinan varias setas o íéstas con plantas medicinales.
Recuerde en todo caso que el míétodo de preparación de los productos es importante para garantizar que se conserven los principios activos.

 

Juan Carlos Mirre