CaixaBank ha aprovechado el repunte bursátil para soltar lastre proveniente de las participadas que heredó de Banca Cívica. En esta línea se ha desprendido de dos paquetes: el 5% que tenían en Cie Automotive y el 8% que mantenían en el fabricante de piscinas Fluidra. Ambas operaciones se llevaron a cabo durante el pasado mes de octubre, primero la de Fluidra y luego la del fabricante vasco de componentes de la automoción.
Fuentes de CaixaBank han declinado hacer declaraciones, pero estas ventas se enmarcan dentro de la estrategia del banco catalán de irse desprendiendo de manera progresiva de estos paquetes que no se consideran estratíégicos, al no constituir una cartera homogíénea que tenga sentido desde el punto de vista de la gestión de inversiones industriales del banco.
Por ello, la entidad va vendiendo de manera progresiva, pero esperando que surjan oportunidades. Estas dos ventas tuvieron un precedente en abril del 2013, cuando el banco que preside Isidre Fainíé vendió el 8% que tenía en Tubacex. Tubacex fue enajenado en dos tramos: un 4% a travíés de una colocación de Morgan Stanley y otros 4,8% a la sociedad Ambers Capital. En total la venta supuso ingresos para CaixaBank de unos 23 millones de euros, según señalan fuentes financieras.
El reciente caso de Cie Automotive es diferente porque el paquete de la empresa de componentes se mantenía a travíés de Compañía Andaluza de Rentas e Inversiones, S.A. (CARISA). CaixaBank tenía el 66,6% de CARISA y Unicaja el 33,3% restante. Las acciones de Cie Automotive se vendieron en bloque a la sociedad La Fuente Salada, que controla Josíé Ignacio Comenge, quien está tomando participaciones relevantes en otras compañías cotizadas medianas españolas como Ence.
Pero en la práctica, la operación la llevó a cabo CARISA. El precio de la transacción no ha sido hecho público. A precio de mercado del 17 de octubre, cuando se vendió el paquete, el 5% de la empresa de automoción se habría colocado en 50 millones, si bien sólo el 66% de esta cantidad sería ingresado al final por CaixaBank. Hay que destacar que CaixaBank y Unicaja han vendido en los máximos anuales del valor.
Por su parte, la venta de Fluidra se cerró a un precio de 2,25 euros el título. Esto reportó a CaixaBank un ingreso de 20 millones de euros, según han señalado fuentes financieras. El comprador fue el fondo QMC II, un vehículo creado por de la sociedad gestora N+1 para invertir en empresas medianas cotizadas en España.
Ingresos con plusvalías
En total, en lo que va de año CaixaBank ha ingresado por la vía de ventas de estas participaciones más de 75 millones de euros. La operaciones se han llevado a cabo con plusvalía, pero las mismas no han sido detalladas por la entidad bancaria.
CaixaBank heredó de la fusión con Banca Cívica un manojo de participaciones que no encajaba en su tradición de inversiones industriales de La Caixa: grandes paquetes de empresas del Ibex en los que la entidad se implicaba en la gestión. Tras las últimas ventas todavía le quedan imporantes participaciones, la mayoría de las cuales están a la venta de manera explícita o tácita. No así las participaciones históricas provenientes de La Caixa, como el 5% de Telefónica, el 5% de BME o el 12% de Repsol.
Participaciones más relevantes
Tras las últimas ventas, todavía quedan en el balance de CaixaBank buena parte del legado industrial de Banca Cívica: Adveo Group (5%), Amper (2,8%), Campofrío (4,1%), CAF (3%), Deoleo (5,9%), Dinamia (7,5%), General de Alquiler de Maquinaria (9,3%) y Mobiliaria Monesa –antigua Gaesco Holding– (14,9%).
El paquete de Deoleo está en busca de comprador. Bankia, que tiene un 18% de Deoleo, se ha unido a CaixaBank y ambos bancos han encargado a JP Morgan la venta de este 25% de la antigua SOS. Es decir, parece lógico pensar que el goteo de ventas continuará a lo largo del año en curso