Era la cifra más esperada del día en Wall Street y se hizo de rogar hasta bien entrada la tarde en EEUU (madrugada en España). 26 dólares. Ese es el precio al que saldrán a cotizar este jueves las 70 millones de acciones que Twitter pondrá en circulación en su estreno bursátil. La cifra corresponde a la parte alta de una horquilla de precios que fue modificada hasta en tres ocasiones. La primera, entre 17 y 20 dólares era un mero anzuelo para captar la atención inversora. La segunda, hace apenas tres días se ampliaba a 23 - 25. Pero no estaba todo dicho. Horas antes al anuncio definitivo se volvía a especular con una nueva franja entre 25 y 28 dólares. Y finalmente ha sido así. 26 dólares por título con los que conseguirá captar 1.820 millones de dólares hasta situar su capitalización por encima de los 14.000 millones de dólares. Unas cifras tras las que se esconde la mayor salida a bolsa de una firma tecnológica desde el estreno de Facebook en mayo de 2012.
La atención es máxima y en ella convergen expectativas de futuro y reminiscencias del pasado reciente. Las comparaciones con el turbulento debut que protagonizó Facebook hace casi un año y medio resultan inevitables. Twitter ha seguido el camino de la red social de la gran F hinchando su precio en las últimas jornadas. Cuando suene la campana de inicio de sesión se sabrá si esto le pasa factura. No en vano, una de las fijaciones en sus planes para lanzarse al mercado ha sido tener muy presente lo que hizo Mark Zuckerberg para intentar no repetir los mismos errores. Estas son las siete grandes diferencias que hay entre ambas operaciones.
1. Distinto planteamiento. La salida a bolsa de Facebook se anunció a bombo y platillo. Se dieron detalles exhaustivos de cada paso de la operación, de las negociaciones con los bancos colocadores, de la participación (o más bien la gran ausencia) del consejero delegado Mark Zuckerberg en el road show, de las valoraciones… Dicen los expertos que a Facebook le pasaron factura su excesiva ambición y tambiíén la exposición a los focos.
Twitter ha anotado buena cuenta de ello. Aunque los rumores sobre su desembarco en el parquíé vienen de largo, sólo suenan con fuerza desde finales de septiembre, cuando anunció a travíés de su red social que había iniciado los trámites para su salida a bolsa. Dick Costolo, consejero delegado de la red del pájaro, ha adoptado una actitud bien distinta, mucho más comedida en sus apariciones y en la que ha imperado el mutismo. De hecho, aún hoy, Twitter se ha blindado para no dar detalle alguno de su plan para llegar a ser una firma rentable.
2. Con las acciones a otra parte. El arranque de Facebook en el Nasdaq fue sonado. La red social comenzó a cotizar con casi 45 minutos de retraso. La expectación se vio ahogada por problemas tíécnicos en los sistemas de contratación del Nasdaq. Dicho de otra forma, fue tal el aluvión de órdenes de compraventa que se colapsaron las redes del mercado. Este hecho fue investigado a posteriori e incluso el regulador se ha visto obligado a indemnizar a algunos inversores.
Twitter ha dejado bien claro desde el principio que su intención es cotizar en el NYSE, en una decisión que se entiende está marcada por el fiasco de Facebook de año y medio antes.
3. Un pájaro azul con números rojos. En el caso de Facebook, hace año y medio era una empresa que generaba beneficios y hoy se ha convertido, a pesar del castigo inversor de los primeros meses en bolsa, en una máquina de hacer dinero con ingresos por publicidad superiores a los 2.000 millones (un 64% más que hace un año), un beneficio neto de casi mil millones y un BPA (beneficio por acción) de 25 centavos.
Twitter llega a su particular punto cero en el mercado siendo una empresa que no gana dinero. Concretamente, generó unas píérdidas netas de 134 millones en los nueve primeros meses de este 2013. Según estimaciones de Bloomberg , la firma no conseguirá generar beneficios hasta el año 2015.
4. La tentación de subir el precio. Aquí ha habido coincidencia. Ambas compañías han elevado el rango de precios que barajaban en los días previos a su salida a bolsa. En el caso de la compañía liderada por Mark Zuckerberg, la situó inicialmente en los 28 y 35 dólares para establecerla definitivamente en los 34-38. En el caso de la firma liderada por Dick Costolo, la horquilla final quedó definida en los 25 y 28 dólares desde los 17 - 20 planteados en un principio. Facebook tuvo que digerir durante buena parte del último año y medio las críticas por su exceso de ambición a la hora de establecer sus precios de salida. Con el tiempo se ha conocido que entidades colocadoras como Morgan Stanley ejercieron una fuerte presión a la hora de hinchar estos precios.
5. Publicidad. Esa es la clave del íéxito y el gran punto que ha obsesionado a los inversores durante la vida bursátil de Facebook. La popular red social ha tenido que hacer un gran esfuerzo para convencer al mercado con su plan para obtener ingresos mediante esta vía y, especialmente, a travíés de los dispositivos móviles.
Buena parte de este camino ya ha sido andado por Twitter. El 75% de sus ingresos proviene de los dispositivos móviles. En concreto hay tres fórmulas que están detrás de la monetización del sistema: las tendencias y los tuits patrocinados, así como las cuentas sugeridas. No obstante, la red social tiene trabajo por delante hasta conseguir que sus ganancias por usuario, que hoy se sitúan en 0,73 centavos, alcancen los 1,72 dólares que anunció Facebook a finales del tercer trimestre.
6. El momento justo. Radicalmente diferente es el momentum del mercado en el que aterrizan una y otra empresa. Mayo de 2012 en el caso de Facebook, en plena tormenta perfecta de las bolsas, con el riesgo que representaban los países de la periferia de Europa, con los rumores de un rescate en ciernes en España e Italia, con tensiones en el mercado de deuda y síntomas de una posible ruptura del euro.
Hoy las aguas son más plácidas a pie de parquíé. Los datos macroeconómicos evidencian una recuperación latente y esto se refleja en los máximos históricos de los principales índices de Wall Street. Las tensiones en el Viejo Continente se han rebajado notablemente y ahora prácticamente nadie habla de la intervención de ninguna economía o del riesgo de fractura de la moneda única. Sin lugar a dudas, el entorno para Twitter es mucho más favorable que el campo de minas en el que Facebook inició su andadura.
7. ¿Cuánto subirá en su estreno? De expectativas vive el inversor y es inevitable que en las semanas previas al arranque de estas compañías se generen estimaciones sobre cuánto podrán ganar en su primer día de cotización. El primer día en el mercado, Facebook se anotó un 1%, sostenido por la inyección de dinero que aplicaron los bancos colocadores.
Tambiíén en los días previos a la cotización de la red social de Mark Zuckerberg, el consenso de analistas de Bloomberg otorgaba un precio objetivo a un año de 67 dólares (un 76% más). En el caso de Twitter, las cinco empresas que han emitido ya sus recomendaciones sobre el valor le dan un precio objetivo medio de 41,4 dólares (casi un 60% más de su precio de OPV).