Ha habido reunión para hablar de Eurovegas. Sheldon Adelson ha aprovechado su viaje “privado†a Madrid como miembro de la Fundación Keren-United Israel Appeal para dar un empujón a su proyecto, el macrocomplejo de lujo y ocio que pretende levantar en Alcorcón y que crearía 200.000 puestos de trabajo. El norteamericano mantuvo un almuerzo el martes con Jaime García-Legaz, su único interlocutor desde que Moncloa apartó de las negociaciones a la Comunidad de Madrid, según han confirmado a El Confidencial fuentes gubernamentales. Oficialmente, Adelson pasó por España para participar en una audiencia que el rey Juan Carlos concedió ayer a la Fundación Keren Hayesod-United Israel Appeal, de la que el empresario es miembro. El martes, fue Mariano Rajoy quien recibió a la delegación en el Palacio de la Moncloa.
El máximo representante de Las Vegas Sands repasó, junto con el secretario de Estado de Comercio, la marcha de las negociaciones y se centró en una: que el Ejecutivo blinde jurídicamente una inversión prevista que puede alcanzar los 30.000 millones de euros. Adelson quiere despejar primero todas las variables que abre la compleja legislación española en la materia de espectáculos, permisos, adjudicaciones, concesiones, inversiones, y “estudiar los problemas que puede originar†el reparto de competencias entre las distintas Administraciones (central, autonómica y municipal) con las que tiene que tratar, según explicaron las mismas fuentes.
El Ejecutivo central ha dado la palabra a Adelson de que blindará la legislación de futuras interpretaciones y pondrá coto a la Ley de Acompañamiento aprobada por la Comunidad de Madrid en diciembre pasado, que creó la figura de los centros integrados de desarrollo, la figura jurídica que el Gobierno de Ignacio González ha ideado dentro de los proyectos de alcance regional para inversiones del tipo y complejidad de Eurovegas, que pretendía guardar así un as en la manga para expropiar suelo de una manera sencilla. Por ley. Sin la necesidad siquiera de tener que cumplir con la ordenación urbanística regional y municipal en caso de conflicto. Lo que pretende el Ejecutivo central ahora es que no se expropien de manera masiva los terrenos que necesite Adelson, sino que habrá que hacerlo paso a paso, en función de las fases del proyecto.
En el Ejecutivo se muestran optimistas sobre la marcha de las negociaciones, aunque reconocen que son muy lentas. Sin embargo, entienden la “cautela†y las “precauciones†que se toma Adelson ante el complicado sistema político español. A pesar de los esfuerzos hechos por la Comunidad de Madrid, el responsable regional de Economía, Enrique Ossorio, reconocía esta misma semana que es “imposible†que la compañía coloque la primera piedra antes de que acabe el año. La construcción del macrocomplejo empezará, según los últimos cálculos hechos en el Gobierno, en el primer trimestre de 2014.
Adelson desea tener todas las variables previstas para exigir todo tipo de garantías jurídicas ante cualquier futuro cambio imprevisto en la legislación: reglamentos, ordenanzas o, incluso, inversiones. “Quiere asegurar un blindaje legal absoluto para un proyecto para varias díécadas en el que se juega la compañía enteraâ€, añaden las mismas fuentes.
La ley antitabaco no es el problema
Son las garantías jurídicas “y no la ley del tabaco†lo que retrasa las negociaciones. Superado este obstáculo, desde el Gobierno consideran que moldear la ley antitabaco para que se permita fumar en los casinos no será un problema para los futuros promotores. “Se puede encontrar la fórmula para que los jugadores puedan fumar en los casinos sin violentar los fundamentos de la ley española ni perjudicar a los no fumadores, bien con la creación de espacios específicos o con medios tíécnicos como los que tiene Adelson en Singapur, que garantizan la misma calidad del aire dentro de los locales que fueraâ€, añaden.
El proyecto de Eurovegas supone la creación de una ciudad de hoteles, edificios dedicados a los espectáculos y casinos, pero cuyo negocio principal será la organización de congresos. El juego será alrededor el 5 por ciento del negocio. Mientras tanto, Adelson sigue hablando de que tiene dinero para acabar la primera fase, que requeriría 6.000 millones de euros. Sin embargo, necesita dos de cada tres euros de inversión, que llegarían de la banca. En estos momentos, más que la ubicación, la necesidad de financiación es el gran obstáculo al que se enfrenta el proyecto. Ante un reducido grupo de inversores en Londres, Adelson reconoció hace un mes que aún no tenía dicha financiación.