BBVA y Amancio Ortega han decidido dar carpetazo a la aventura caribeña que iniciaron en 2007, cuando compraron Occidental Hoteles por cerca de 700 millones de euros. El banco presidido por Francisco González y el dueño de Inditex ha encargado a Morgan Stanley la venta de la cadena de establecimientos de cuatro y cinco estrellas, un mandato con el que ponen fin a una experiencia repleta de nubarrones.
Fuentes próximas a BBVA y a Amancio Ortega han confirmado la contratación del banco de inversión estadounidense para “analizar distintas opciones corporativas†en Occidental Hoteles, una forma de decir que están sopesando muy seriamente venderla despuíés de seis años en su accionariado. Esta es la primera alternativa, aunque no se descarta dar entrada a un socio que tome una participación significativa y se haga con la gestión.
La compañía está participada en un 60% por Valanza, la firma de capital riesgo del segundo banco español, y en un 23% por Partler 2006, la sociedad patrimonial del veterano empresario gallego. El resto está en manos de Gregorio de Diego, el presidente que fue cesado en 2011, pero que continúa en el consejo de administración, y por la familia catalana Miarnau, propietaria de la constructora catalana Comsa.
Morgan Stanley ha comenzado los primeros trabajos para tasar la valoración de Occidental Hoteles, que el pasado ejercicio volvió a los beneficios despuíés de varios de números rojos. La caída de la demanda de turismo vacacional, los daños provocados por algunos huracanes en el Caribe y la irregular evolución del Hotel Miguel íngel, el más emblemático de la cadena, llevaron al grupo a perder cerca de 200 millones de euros entre 2008 y 2011.
Unos números que obligaron a BBVA y a Amancio Ortega a hacer aportaciones nuevas de capital y que no han permitido a Occidental Hoteles poder hacer frente a la deuda. Al contrario, ha tenido que alargar en dos ocasiones los plazos de amortización de sus 270 millones de pasivo, un príéstamo que en su día fue concedido por BBVA, La Caixa, Banco Popular, Banco Sabadell, Novagalicia y HSBC, entre otros.
Con la compañía de vuelta a los beneficios y la deuda refinanciada, BBVA y el propietario de Inditex han decidido que es el momento de darle el pase a esta inversión. Lo que no parece fácil será conseguir los 700 millones que pagaron en 2007 a Mercapital y a La Caixa, que llegaron a pedir cerca de 1.000 millones por Occidental. A esos 700 millones hay que añadir los cerca de 100 adicionales que han aportado en varias ampliaciones de capital para recomponer los recursos propios tras las advertencias de Deloitte, el auditor.
No obstante, las perspectivas de acabar 2013 con mejores resultados y el repunte de la demanda mundial, especialmente de la estadounidense, que visita los hoteles de Occidental en Araba, Cuba, República Dominicana, Míéxico, Colombia, Costa Rica y Haití, han alimentado las posibilidades de realizar una venta que minimice las posibles píérdidas de la inversión.
La solución buscada por BBVA y Amancio Ortega es una continuidad de las operaciones de reestructuración que han aplicado otras cadenas hoteleras que tambiíén han sufrido con la crisis. El caso más dramático ha sido el de NH Hoteles, en cuyo capital tambiíén estaba el empresario gallego hasta esta misma semana. Asimismo, Meliá, Hesperia y Hospes, la marca de cinco estrellas de Alicia Koplowitz, han tenido que hacer frente a serias dificultades en los últimos años.