La dirección del PSOE va a incluir en su propuesta de reforma fiscal una bajada de impuestos específica para tres colectivos —parados, pensionistas y trabajadores— con ingresos inferiores a 16.000 euros brutos al año. En total, unos cinco millones de ciudadanos. Una medida que no figuraba hasta ayer en la ponencia marco de la Conferencia Política pero que ha sido incorporada a última hora para someterla a debate en la cumbre socialista que arranca hoy y finalizará el domingo. La propuesta de reforma fiscal que el PSOE había dado a conocer en los últimos meses iba en sentido contrario: ampliar bases imponibles —aunque sin subir los tipos— y crear nuevos impuestos para hacer aflorar patrimonios ocultos y recaudar 50.000 millones de euros más en cinco años. Ahora se ha añadido un capítulo de bajada de impuestos, en principio solo para las familias con menos recursos (aunque, en función de cómo se aplique, podría beneficiar tambiíén a rentas más altas). Un “rescate fiscal a los más perjudicados por la crisisâ€, según fuentes del PSOE.
La medida consistiría en eximir del pago del impuesto sobre la renta (IRPF) a familias con ingresos individuales inferiores a 16.000 euros, en tres grupos: desempleados con prestación, jubilados con pensiones bajas y familias con hijos en las que cada miembro tenga ingresos inferiores a 16.000 euros brutos. En la actualidad pagan IRPF todos los trabajadores con ingresos superiores a 5.000 euros —ese es el mínimo exento— y la mayoría de los parados, a los que se les descuenta un 2% de la prestación por desempleo (el 70% de los desempleados pagó IRPF en 2011). El PSOE estima que con su reforma unos cinco millones de personas —entre trabajadores, desempleados y pensionistas— dejarían de pagar el impuesto de la renta; cada uno de ellos se ahorraría, de media, unos 1.000 euros al año.
El coste para las arcas públicas (lo que se dejaría de recaudar) sería de unos 5.000 millones, de modo que, en el balance final, la propuesta de reforma fiscal socialista supondría “una recaudación extra de 45.000 millones en el quinto año de aplicación, en lugar de los 50.000 millones previstos inicialmenteâ€. Las subidas de impuestos del Gobierno de Mariano Rajoy han supuesto una recaudación extra de 29.200 millones este año, que se convertirán en 32.800 en 2014, según los Presupuestos Generales del Estado.
El objetivo del PSOE es eximir del pago de la renta a jubilados con pensiones bajas, mileuristas con hijos y parados; pero, en función de cómo se lleve a cabo —si algún día se lleva a cabo—, podría beneficiar tambiíén en alguna medida a contribuyentes con rentas más altas. Porque, si se hace elevando el mínimo exento de los actuales 5.000 euros a 16.000 —una de las posibilidades que contempla el equipo económico del partido—, todos los trabajadores tendrían exento del pago los primeros 16.000 euros de su renta. Por eso, el PSOE quiere poner un tope por arriba a los posibles beneficiarios finales. “Todos esos detalles los estamos estudiandoâ€, explican fuentes cercanas al secretario general, Alfredo Píérez Rubalcaba.
La propuesta fiscal del PSOE plantea otras medidas, la mayoría ya conocidas y algunas nuevas. Este es un resumen:
» La amnistía fiscal, inconstitucional. La ponencia definitiva de la Conferencia Política incluye esta frase: “Dentro del marco de una reforma constitucional debe prohibirse de forma absoluta el recurso general o individualizado a la amnistía fiscalâ€. El PSOE ya recurrió ante el Tribunal Constitucional la amnistía fiscal que aprobó el PP en 2012; y la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado tambiíén sostiene que esa medida vulnera la Ley Fundamental. Pero ahora los socialistas quieren introducir la prohibición expresa en el texto de la Constitución. En España ha habido tres amnistías fiscales: en 1984 y 1991, ambas bajo el Gobierno del socialista Felipe González, y en 2012 con el PP.
» Nuevo impuesto sobre la riqueza. La propuesta del PSOE es unificar en un solo impuesto el IRPF y el impuesto de Patrimonio. Lo que ahora se declara como renta (IRPF) seguiría igual, con los tipos actuales; y al patrimonio, en la forma que sea (casas, sociedades patrimoniales, fondos de inversión, SICAV,...), se le estimaría una rentabilidad media y se le aplicaría sobre ella el tipo correspondiente del IRPF (aunque respetando el mínimo exento, que ahora es de 700.000 euros incluida la vivienda habitual). Así, una persona con un patrimonio de dos millones de euros tendría exentos los primeros 700.000; a los 1,3 millones restantes se les aplicaría, por ejemplo, un 3% de rentabilidad media estimada, y la cifra resultante (39.000 euros) es sobre la que se aplicaría el tipo que le tocara del nuevo impuesto. El PSOE sostiene que de esa manera, agrupando renta y patrimonio, se evitarían los trucos de todo tipo que ahora se hacen para esconder al fisco la riqueza patrimonial, y se conseguiría “que las grandes fortunas paguenâ€.
» Un tipo efectivo mayor para las grandes empresas. El impuesto de sociedades tiene actualmente dos tipos: el 25% para pequeñas y medianas empresas y el 30% para las empresas grandes. Pero hay tal cantidad de deducciones que, al final, las empresas en España pagan una media del 19% por sus beneficios; y las grandes empresas (que se acogen a más deducciones) pagan aún menos: un 9% de media. El PSOE propone “eliminar la mayoría de las deduccionesâ€; y, mientras eso no se haga, fijar un mínimo efectivo del 15% para las grandes empresas.
» Recentralizar donaciones y sucesiones. La propuesta es “centralizar la capacidad normativa básica y recuperar el gravamen efectivo†del impuesto de donaciones y sucesiones, que está cedido a las comunidades autónomas. El impuesto seguiría siendo gestionado por las autonomías, y la recaudación iría para ellas, pero el Estado fijaría un tipo mínimo que las comunidades podrían subir, nunca bajar. El objetivo, según el equipo económico del PSOE, es “evitar la permanente subasta a la baja†con este impuesto y, a la vez, “aumentar la recaudación para que las comunidades financien sus servicios públicosâ€.
» Doble tasa a los bancos. En línea con lo que ya prometió el PSOE en la campaña electoral de 2011, se crearían dos nuevos impuestos sobre el sector financiero: uno gravaría el pasivo de las entidades (no los depósitos ni el capital sino el endeudamiento financiero) y otro sobre los bonus de los directivos.
» Más impuestos sobre el alcohol y el tabaco. La ponencia socialista apuesta por “aproximar†los impuestos medioambientales y de consumos nocivos (alcohol y tabaco) “a la media europeaâ€. Según fuentes socialistas, eso supondría muy probablemente “subir esos impuestosâ€, aunque en el texto no se especifica.
» Un IVA para bienes de lujo. Otra propuesta que se introducirá a última hora en la ponencia es la creación de un “IVA para bienes y servicios de lujoâ€. Una petición que ha llegado vía enmiendas y la dirección va a asumir, según fuentes del partido. Esa reforma del IVA, en cualquier caso, solo puede decidirla la Unión Europea. Además, el PSOE pedirá algo ya anunciado hace meses: que los colegios y hospitales privados (no los concertados) dejen de estar exentos de pagar IVA, y que la cultura vuelva al tipo superreducido.
» Lucha contra el fraude. Para combatir el fraude fiscal, el PSOE plantea aumentar el presupuesto y la plantilla de inspectores (no precisa cuánto), “endurecer las sanciones†y aumentar el plazo de prescripción del delito fiscal. Tambiíén que las SICAV, refugio de grandes fortunas, puedan ser sometidas a inspecciones.