La compañía energíética alemana cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 2.610 millones de euros, frente a los 2.710 millones del año anterior. Además, ha ajustado a la baja sus previsiones para el conjunto de 2013.
El descenso en las cuentas de la empresa alemana ha suido mucho más acusado en el ebitda. El resultado bruto de explotación ha caído un 19% en los tres primeros trimestres del año, hasta los 7.100 millones de euros. En el caso de los ingresos, la caída se ha limitado al 5%, al pasar de los 93.630 millones de euros del año anterior hasta los 89.340 millones de euros. E.On, uno de los pocos integrantes del índice Dax alemán que se ha perdido el rally a máximos históricos de la bolsa alemana, se ha visto forzado además a ajustar a la baja sus previsiones para el conjunto de 2013. La empresa energíética espera ahora cerrar el año con un ebitda de entre 9.200 y 9.300 millones de euros, en la parte inferior del rango barajado con anterioridad, entre 9.200 y 9.800 millones de euros