Por... STEPHEN OHLEMACHER
Los demócratas tienen un nuevo objetivo en las conversaciones sobre el presupuesto: eliminar los recovecos fiscales para determinados negocios, inversionistas y profesionales a fin de aumentar los ingresos y con ello aligerar los recortes automáticos en el gasto público que pronto se tornarán más dolorosos.
La lista en la mira de los demócratas incluye las deducciones para las corporaciones que pagan a los ejecutivos en opciones accionarias en vez de salarios, y las tasas impositivas reducidas para los administradores de fondos de alto riesgo. Tambiíén buscan desarticular las vías para evitar pago de impuestos por ganancias en el exterior y las cláusulas que ayudan a míédicos, abogados y otros profesionales a evitar los impuestos de Medicare.
Los negociadores demócratas del presupuesto en el Congreso saben que eliminar estas y otras exenciones fiscales son una forma políticamente popular para elevar los ingresos y facilitar el recorte de gastos sin aumentar más el díéficit.
Los republicanos no se resisten a cerrar esos resquicios. Pero insisten en que los nuevos ingresos deben usarse para reducir las tasas impositivas y no para incrementar el gasto público.
La disputa podría empañar las posibilidades de un acuerdo para evitar más reducciones de gastos el año próximo y un acuerdo presupuestario a más largo plazo.
"No puedes aumentar los impuestos los suficiente para satisfacer el apetito de Washington para gastar", dijo el senador Chuck Grassley, republicano de Iowa. "Cerrar los huecos es muy legítimo. El código fiscal es un desastre, pero cerrar los huecos fiscales para gastar más no va a tener buenos resultados de largo plazo porque tienes el mayor nivel de gasto".
El desacuerdo podría empañar la posibilidad de evitar una segunda ronda de recortes automáticos al gasto en enero. Esas negociaciones ya han perdido mucha esperanza de alcanzar un acuerdo presupuestal de largo plazo para reducir los díéficits futuros.
Los demócratas están circulando una lista de 12 exenciones fiscales con el encabezado "atroces huecos que los republicanos deben traer a la mesa de negociaciones o explicar a los estadounidenses por quíé no pueden encontrar un solo hueco para cerrar logrando un acuerdo bipartidista".
En la lista hay más puntos de discusión que propuestas sustanciales. Anteriormente, la Casa Blanca ha apoyado algunas de las ideas, pero a falta de mejores prospectos para un nuevo acuerdo de largo plazo para reducir los díéficits, han permanecido en el anaquel.
