Por... ANNE D'INNOCENZIO
Ingenieros de programas informáticos en blue jeans prueban aplicaciones para telíéfonos celulares, mientras paredes y ventanas sirven de pizarrones y una canasta de baloncesto adorna el centro de la oficina.
A primera vista parece una nueva empresa del Silicon Valley. Pero el conocido logo rojo de Target a la entrada despeja esa opinión.
Target, Kohl's y la red de compras QVC son sólo tres de media docena de minoristas que han abierto laboratorios de tecnología en la zona de San Francisco para objetivos como mejorar sus páginas de internet y crear aplicaciones para compras móviles. Se establecen en espacios modernos y compiten por el mejor talento para tratar de replicar la creatividad, cultura y agilidad de las nuevas empresas de internet.
La meta es mantenerse al ritmo de las tendencias tecnológicas y competir mejor con rivales en línea como Amazon.com, que atraen a sus clientes con precios bajos y la facilidad de hacer pedidos en internet. Los laboratorios son un cambio para los minoristas, que como muchas industrias maduras se han demorado en adaptarse con rapidez a la siempre cambiante tecnología.
Pero los minoristas dicen que los laboratorios son esenciales para satisfacer a los compradores, que cada vez más usan sus tabletas, dispositivos móviles y computadoras para comprar.
"Los consumidores esperan una gratificación inmediata", dice Lori Schafer, asesora ejecutiva del Instituto SAS Institute, que crea software para minoristas. Como resultado, dice, las tiendas necesitan desarrollar aplicaciones en semanas, en vez de meses o años.
Los minoristas están tratando de ponerse al día tras años de perder clientes a internet. Las ventas en línea han aumentado de 5,9% del total de ventas minoristas de 2,64 billones de dólares en 2009 a 7,6% de 3,1 billones el año pasado, según la firma Forrester Research.
La explosión de personas que usan smartphones para comprar ha llevado a las tiendas a apresurarse. En Estados Unidos los consumidores gastan más de la mitad de su tiempo en las páginas de internet de los minoristas con sus telíéfonos multiuso y tabletas, según la Federación Nacional de Minoristas.
Y los minoristas sabían que necesitaban crear tecnología en línea y móvil, así que comenzaron a buscar en Silicon Valley, donde pueden captar el talento y la creatividad que viene de gigantes como Facebook y Apple.
Wal-Mart, el mayor minorista del mundo, fue el primero en abrir un laboratorio tecnológico en Silicon Valley. Desde la inauguración de Wal-MartLabs en San Bruno en 2011, la compañía ha implementado varias tecnologías desarrolladas allí.
Uno de los mayores proyectos de Wal-Mart es el rediseño del motor de búsqueda de su página de internet, que se lanzó en 2012 y que puede adivinar la intención del cliente cuando escribe una palabra en vez de ofrecer resultados específicos. Si el usuario busca la palabra "mezclilla" el programa le ofrece resultados como si hubiera escrito "jeans" en vez de productos con "mezclilla", por ejemplo.
Wal-Mart, con sede en Bentonville, Arkansas, dice que la presencia en el Silicon Valley ha sido muy valiosa en parte porque le ofrece acceso a los emprendedores tecnológicos. Por ejemplo, Wal-MartLabs conoció a los fundadores de una nueva empresa llamada Grabble cuando visitaron el Silicon Valley para vender su tecnología que permite a los clientes recibir la factura de sus compras por correo electrónico. A final de cuentas, Wal-Mart adquirió la empresa, contrató a los fundadores y el próximo año los clientes podrán recibir las facturas electrónicas