El duque de Palma y su socio, Diego Torres, negocian un acuerdo de conformidad con Anticorrupción que tendría como primera consecuencia la no celebración del juicio previsto por el caso Urdangarin.
El marido de la Infanta Cristina quiere, además, que se le imponga una pena de cárcel inferior a dos años, lo que podría evitar que ingresara en prisión. Diego Torres es más realista y se muestra dispuesto a aceptar una condena de cuatro años que haría inevitable su encarcelamiento.
La rebaja sería notable, ya que los seis delitos que les imputan el juez y el Ministerio Público (prevaricación, fraude, falsedad, malversación, tráfico de influencias y delito fiscal en 2007 y 2008) totalizarían condenas de entre 15 y 20 años de cárcel.
Iñaki Urdangarin y Diego Torres han hecho llegar durante las últimas semanas a la Fiscalía Anticorrupción de Baleares su intención de cerrar un acuerdo de conformidad -aceptación de una pena concreta para evitar el juicio- antes de que finalice la instrucción del procedimiento judicial del denominado caso Nóos.
Según aseguran a EL MUNDO fuentes próximas a las defensas, tanto el que fuera presidente del Instituto Nóos como su mano derecha han decidido volver a dar un paso hacia adelante antes de que el Ministerio Público elabore su escrito de acusación definitivo.
Despuíés de un primer intento frustrado en abril de 2012, cuando Urdangarin y Torres llegaron a fijar fechas concretas para abordar un acuerdo, los contactos se reanudaron hace varios meses y se han intensificado de manera reciente.
En primera instancia, el mensaje trasladado por ambos a travíés de sus letrados fue el de que estaban dispuestos a admitir su responsabilidad en la trama, pero sólo como responsables a título lucrativo. Intentaban así saldar el proceso con el pago de una cuantiosa cantidad que resarciera el daño ocasionado por Nóos a las arcas públicas de Valencia y Baleares, planteando convertirse en una especie de meros responsables civiles subsidiarios del escándalo.
Tras ser rechazada de plano la propuesta, que llegó a ser calificada, según apuntan las mismas fuentes, de "irrisoria" por parte de la Fiscalía, Urdangarin y Torres han vuelto a la carga.
El dúo se ofrece a aceptar su culpabilidad
En esta ocasión, el dúo se ofrece a aceptar por primera vez su culpabilidad y una pena de prisión por su participación en la trama vinculada a Nóos. Según el entorno de Torres, la condena debería estar próxima a los cuatro años de cárcel, y en palabras del de Urdangarin, cercana a dos.
Eso sí, Torres exige que su mujer, Ana María Tejeiro, que está imputada, salga indemne, al igual que de momento ha ocurrido con la esposa de su socio. La satisfacción de las exigencias de Diego Torres es aún más factible gracias al escrito que entregó la semana pasada la Fiscalía Anticorrupción.
Además de oponerse a la imputación de la Infanta "por falta de indicios", recalcó que no sólo la hija del Rey, sino tambiíén la esposa de Torres, no tuvieron participación alguna en la trama de desvío de fondos públicos. Algo que choca con lo que ha mantenido el Ministerio Público respecto a la cónyuge de Torres en los últimos dos años y que se interpreta como un primer gesto para acercar posturas.
Saldado este extremo, el debate se concentra ahora en la cantidad de delitos que Urdangarín y Torres se encuentran dispuestos a asumir. Tras advertir Anticorrupción la comisión por parte de ambos de los de malversación de caudales públicos, prevaricación, fraude a la Administración, delito fiscal, blanqueo de capitales o tráfico de influencias, el escenario supera con creces una condena para ambos que llevaría aparejado su ingreso en prisión. En el peor de los escenarios, podrían llegar a ser condenados a cerca de 20 años de cárcel.
Reintegro del dinero público sustraído
No obstante, las pretensiones de la Fiscalía distan en estos momentos considerablemente de las de los principales implicados. No en vano, tras los primeros contactos, el Ministerio Público ha contestado que no está dispuesto a profundizar en las conversaciones si no se dan previamente tres circunstancias: que Urdangarin y Torres revelen dónde se encuentra la parte del botín que todavía no ha sido hallada por los investigadores, que admitan por primera vez su culpabilidad y que devuelvan una parte importante de los fondos públicos distraídos.
No en vano, ya ha sido trasladado a las defensas de Urdangarín y de Torres que nunca se cerrará un acuerdo que no implique el encarcelamiento de ambos. La intención del Ministerio Público pasa por que la pena sea idíéntica para los dos principales imputados.
En cuanto a la cifra a devolver, está todavía por cuantificar, pero debería ir precedida de una entrega de un millón de euros que tendría que ser depositada de manera inmediata en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma.
El principal inconveniente que tiene la negociación en marcha pasa por la oposición del Ministerio de Justicia, en general, y de la Fiscalía General, en particular, que no quieren un acuerdo que transmita la sensación de que se dispensa un trato de favor al yerno del Rey y a su socio. Es más, Eduardo Torres-Dulce ya se ha pronunciado públicamente en este sentido. Justicia considera que un acuerdo sería perjudicial para la imagen de la institución monárquica.
Torres tiene intención de abandonar el silencio
Mientras tanto, Torres pretende dar una vuelta más de tuerca a su estrategia de defensa y amenaza ya con "cinco tandas más de correos electrónicos". La mayoría de ellos, presume su defensa, son nuevamente de contenido personal. Pero en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, se trataría de conversaciones de alto contenido íntimo mantenidas entre Urdangarin y su mujer.
Por su parte, el socio del duque de Palma ya ha transmitido a su letrado su intención de abandonar el silencio que se ha impuesto desde el estallido del escándalo. Para ello quiere mantener una conversación con un grupo reducido de periodistas con el objetivo de explicar de primera mano su versión. La intención de Torres es que el encuentro se celebre esta misma semana.
'Es sorprendente la no imputación'
>El juez decano de Zaragoza, íngel Dolado, que tambiíén es portavoz del Foro Judicial Independiente, considera "sorprendente" que la Infanta Cristina no haya sido todavía imputada en el denominado 'caso Nóos'.
>En una entrevista concedida ayer a Radio Zaragoza, Dolado declaró al respecto: "Cualquier mujer española en estas circunstancias habría sido imputada desde el primer día. Si posteriormente se demuestra que no ha tenido una participación directa en los hechos, se anulan las faltas, pero el que no haya imputación, e incluso acusación, parece sorprendente".