Libia ha vuelto a cerrar el grifo del petróleo a España. Casi dos años despuíés de que Repsol restableciera la actividad en el país y cuando prácticamente había alcanzado los niveles de producción previos a la guerra civil libia que terminó con el derrocamiento –asesinato- de Muamar Gadafi, la petrolera ha vuelto a cesar sus operaciones por el bloqueo de un grupo de tuaregs a sus plantas. Con todo, el corte coincide con una relajación en el consumo de productos petrolíferos.
Hasta agosto, Libia había suministrado a España 2.600 kilotoneladas (kt) de crudo, lo que la convertía en el quinto mercado por detrás de Míéxico, Arabia Saudí, Rusia y Nigeria. Una cifra, no obstante, muy inferior a la que registraba un año antes (3.268 kt) despuíés de que a lo largo del año se hayan recrudecido las tensiones tribales en el seno de un país que dos años despuíés del asesinato de Gadafi sigue desgobernado.
El caos reinstaurado en Libia propicia episodios como el bloqueo que un grupo de tuaregs ejercen desde hace varios meses en las plantas de Repsol. Esta situación ha provocado que por primera vez desde diciembre de 2011, España no importara ni un solo barril de petróleo libio el pasado mes de septiembre, según los últimos datos de la Corporación de Reservas Estratíégicas de Productos Petrolíferos (CORES).
Las consecuencias para España como país no resultan en absoluto preocupantes, ya que tiene muy diversificados los mercados donde compra los derivados petrolíferos. No ocurre lo mismo con Repsol, que tiene en Libia una de sus principales fuentes de ingresos. De hecho, las interrupciones que se sucedieron durante el tercer trimestre –hasta la suspensión total de la actividad en septiembre- es uno de los motivos esgrimidos por la petrolera que preside Antonio Brufau para explicar la caída del 17,4% de los beneficios en el tercer trimestre.
â€En condiciones normales, Libia representa en torno a 300 millones de euros del beneficio†de la petrolera española, explica Josíé Marín Vivas, analista de Mirabaudde la petrolera española. Esta cifra representa alrededor del 15% del total anual. Durante la presentación de los resultados hace dos semanas, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, consideró que los problemas en el país africano se resolverían “prontoâ€.
Desde Repsol no hacen nuevos comentarios, pero de momento no ha habido entendimiento, lo que ahonda en la cuenta de resultados de la compañía. En concreto, cada mes sin actividad, supone cerca de 25 millones de euros menos en el beneficio, por lo que de prolongarse hasta el final del año, el golpe será de 100 millones.
UNA BUENA NOTICIA
La crisis en Libia ha provocado que Repsol haya revisado a la baja el crecimiento de la producción de crudo para el presente ejercicio al 7%, frente al 10% previsto. “Tras las interrupciones de Libia es difícil porque representa un 12% de nuestra producciónâ€, aseguró Martínez.
En cualquier caso, no todo son malas noticias en Libia. En medio de las dificultades para Repsol, que tambiíén mantiene frentes abiertos, aunque de distinta índole, con Argentina y Míéxico, la petrolera española ha realizado un descubrimiento de crudo muy ligero de alta calidad en la Cuenca de Murzuq, con un caudal de 513 barriles de petróleo según las pruebas realizadas.
LAS REFINERíAS PISAN EL FRENO
El otro motivo al que aludió Repsol para justificar la caída de su beneficio en el tercer trimestre es la bajada de los márgenes de refino. Esto ha sido consecuencia del empeoramiento de la demanda en Europa. El parón de la actividad en sus refinerías en España explica, en parte, el descenso de las importaciones de petróleo.
En septiembre, España compró 4,48 millones de toneladas de crudo al resto del mundo, frente a las 5,24 millones de un año antes. En cualquier caso, en los nueve primeros meses mantiene un ritmo ríécord, con 44,7 millones de toneladas, casi un 3% más que los 43,44 millones del mismo periodo de 2012, año en el que ya registró sus máximos de siempre.
Los problemas en Libia, que históricamente ha sido uno de los tres o cuatro mayores suministradores de crudo para España, junto con el bloqueo de Irán y las restricciones de Irak, han propiciado la emersión de otros mercados. Así, países como Angola, que en septiembre arrebató a Libia el quinto puesto como importador a España, Argelia, Gabón o Noruega han elevado sustancialmente las ventas de productos petrolíferos a nuestro país en los últimos meses. Míéxico, por su parte, mantiene el liderazgo tras crecer en el año el 14,3%, hasta los 6,9 millones de toneladas, el 15,4% del total.