La rentabilidad de los depósitos está por los suelos, la deuda pública española a 10 años a duras penas paga más del 4%, la Bolsa cuenta con potencial pero el riesgo es elevado... La deuda privada, tanto de empresas como de bancos, se convierte en una interesante alternativa de inversión.
Eso sí, la rentabilidad está en función del riesgo del emisor. Las participaciones preferentes de las entidades españolas llegaron a pagar hasta un 10% pero los títulos vendidos por los bancos rescatados han ocasionado serias píérdidas a sus dueños. Este caso es extremo, pues las preferentes son deuda ultrasubordinada y el pago de los intereses se condiciona a que el emisor gane dinero.
En las últimas semanas, entre las compañías españolas que han emitido bonos está Telefónica, que ha vendido deuda perpetua que puede recomprar a los siete años y por la que paga una rentabilidad del 6,75%. La mala noticia es que la inversión mínima es elevada: 100.000 libras. Este problema es habitual en la renta fija privada española. Según la plataforma Auriga Bonos, creada para que el particular pueda operar en la renta fija con la facilidad con la que compra en Bolsa, solo 17 emisiones españolas, al margen de la deuda estatal, exigen una inversión de 1.000 euros o menos, de las alrededor de 2.000 referencias presentes en el sistema.
Tambiíén Popular colocó a comienzos de octubre bonos contingentes convertibles con una rentabilidad del 11,5%. La pega es que, al igual que las preferentes, esta deuda es perpetua, si bien los expertos consultados consideran probable que la entidad la amortice a partir del quinto año, pues su coste es cuantioso. La inversión mínima es de 100.000 euros.
Desde Royal Bank of Scotland (RBS), aconsejan comprar deuda síénior de banca perifíérica y señalan con el dedo a Popular, Sabadell y BBVA. Tambiíén apunta a Italia (Unicredit, Banco Popolare y Monte Paschi), a Portugal (BES y Caixa Geral) y a Irlanda (Bank of Ireland).
El inconveniente de la elevada inversión necesaria no existe en los casos de la banca italiana. Por ejemplo, Unicredit dispone de un bono síénior –con prioridad de cobro en caso de quiebra por encima de otros acreedores, como los dueños de preferentes– que se puede comprar desde 1.000 euros y que vence en septiembre de 2017 que paga una rentabilidad del 6,33%, según la plataforma de Auriga. Banco Popolare, tambiíén desde 1.000 euros, ofrece el 5,67% por una emisión que expira en noviembre de 2020.
Entre las firmas europeas que emiten en otras divisas hay oportunidades, según RBS: “Estimamos que las emisiones en dólares de emisores europeos ofrecen [...] más rentabilidad que la deuda en euros colocada por esa misma compañía. Los bonos más atractivos llegan a ofrecer hasta 130 puntos básicos [100 equivalen a un punto porcentual] más de rentabilidadâ€. Richard Woolnough, gestor del fondo M&G Optimal Income Fund, coincide en que hay valor en los bonos denominados en dólares y en libras, ya que el rendimiento es muy atractivo “por el riesgo de un potencial impagoâ€.
Entre los títulos accesibles para los pequeños inversores dentro de este apartado, están los bonos del banco holandíés Rabobank –calificado por Standard & Poor’s con una nota de AA–, solo tres escalones por debajo de la matrícula de honor–, que dispone con un bono que se puede comprar desde 1.000 euros y que paga el 3,4% con vencimiento en enero de 2021. Está denominado en libras, eso sí, de forma que la inversión tambiíén está supeditada a la evolución de la moneda británica frente al euro.
La deuda de alto rendimiento –conocida como bonos basura, al tener una calificación por debajo del grado de inversión por parte de las agencias de calificación– es otra oportunidad, según los expertos. Si bien el riesgo de que se produzca el impago aquí es más elevado, la escasez de críédito en Europa obliga a las firmas pequeñas y medianas del Viejo Continente a pagar hasta 1,2 puntos porcentuales más que sus comparables de EEUU. RBS avisa, no obstante, que la liquidez de esta deuda se resentirá en situaciones de estríés. Entre las recomendaciones del banco británico aparece la renta fija vendida por Campofrío –que tiene un bono que vence en octubre de 2016 y paga un 6,3% para una inversión de 50.000 euros–, por Ence, por Portucel y por Cirsa.
Jake Gaul, de Standish, una gestora de fondos de BNY Mellon, ve atractivas las valoraciones en la deuda subordinada de banca y aseguradoras, y en deuda de firmas de los sectores metalero y minero.
Antes de invertir en renta fija
Plazo. La renta fija cotiza en el mercado, de forma que la única forma de garantizarse la rentabilidad es quedarse con los títulos hasta su vencimiento. Los bonos se pueden vender en cualquier momento, y se podrá ganar o perder dinero en función del precio de esos bonos en el mercado. Así, un inversor que compró deuda pública española en el peor momento de la crisis del euro, en julio de 2012, gana un 30% por la variación en la cotización de los títulos. Si aumenta el riesgo de impago de una firma, el precio del bono bajará, lo que puede ocasionar píérdidas a sus dueños. Si la empresa se declara en quiebra, la deuda corre el riesgo de impago.
Plataforma. Auriga Global Investors tiene una plataforma específica para que los particulares puedan operar en renta fija. Tambiíén otras firmas disponen de sistemas similares, como Ahorro Corporación y Bankinter, si bien estas dos últimas tienen una oferta más reducida. La otra forma es ordenar la compra en la sucursal.