Los mercados europeos están a poco más de un mes de cerrar un año muy provechoso para la renta variable. Muchas de las incógnitas que asfixiaban hace apenas doce meses han pasado a un segundo plano. Prácticamente nadie menta el tan temido rescate a la hora de hablar de los países perifíéricos y los datos macro, aunque todavía endebles, reflejan una progresiva mejora del pulso económico. Martin Skanberg, gestor de renta variable europea de Schroders, tiene una confianza casi ciega en los mercados del Viejo Continente. "Representan una de las mejores alternativas de inversión para el próximo año", confiesa desde uno de los despachos de la sede central de la gestora en el corazón de la City londinense.
PREGUNTA: A poco más de un mes para teminar el año, ¿se pude decir que 2013 es un punto de inflexión en la crisis?
RESPUESTA: La fortaleza de los mercados ha sorprendido al conjunto de los inversores. No se puede negar despuíés de haber subido cerca de un 20%. Hay un gran apetito por la renta variable europea para inversores en el continente pero tambiíén para los de Asia, Pacífico y EEUU. Por países las perspectivas son similares para el Dax alemán, el Ibex español o el Cac francíés… están más o menos al mismo nivel. Por el contrario, Reino Unido y Portugal están un poco más rezagados. Pero lo más reseñable hoy es la recuperación latente de los mercados. Salir de la recesión no está siendo un proceso rápido y sin dificultades. Los datos macro no son para tirar cohetes. Francia e Italia han quedado por debajo de las expectativas de crecimiento pero España ha registrado un tímido repunte. Si miramos hacia delante vemos indicadores de sentimiento positivos.
P: Entonces, ¿debería ser 2014 un año de despegue?
R: El recorte de los tipos por parte del BCE al 0,25% es un estímulo para la economía alemana… puede que tal vez excesivo pero, en última instancia, es lo que se antoja necesario para impulsar a las economías más díébiles. Aunque tenemos reservas sobre el crecimiento en España y el negocio domíéstico, vemos un desequilibrio en el nivel de recuperación de las exportaciones a nivel europeo. En definitiva, los mercados se están agarrando en exceso a estos datos de recuperación. Lo que es innegable es que en 2014 veremos un incremento de las ganancias por primera vez en los últimos tres años. Esto estará acompañado de las correspondientes revisiones al alza de las perspectivas en los próximos meses.
P: Y eso que hace poco más de un año se hablaba de rescate...
R: Pero ya hemos enterrado esos riesgos… Realmente lo hicimos hace tiempo ya. Las reformas estructurales de Europa están bien finiquitadas. Esta es la oportunidad que tenemos para ver si realmente Europa puede ser foco de interíés. Todavía hay síntomas de debilidad que no se pueden pasar por alto. España todavía tendrá problemas con el negocio domíéstico por el consumo interno pero se compensarán con el auge en las exportaciones. Habrá que intentar abarcar todos los tonos de grises para entender las acciones que van a funcionar porque no podemos quitar los riesgos sistíémicos.
P: En España se llega incluso a decir que la crisis está terminando. ¿Demasiado optimismo?
R: Va a haber una economía de dos velocidades durante mucho tiempo. En mi opinión, la crisis de alguna manera está prácticamente terminada. Las exportaciones ganan un peso en la economía (35% del PIB) que no tenían antes, desde un registro del 28% de hace apenas dos años. La economía de dos niveles va a arrojar dos resultados muy distintos dependiendo de donde mires. Tenemos reservas a la hora de contemplar las continuas presiones del presupuesto de austeridad. El cumplimiento del díéficit está presente y habrá que lidiar con ello.
Los bancos todavía tendrán que pasar sus test de estríés para saber si deberán ampliar su capital. Esto estará acompañado por la estrechez de sus márgenes. Sigue habiendo impacto de la restricción de críédito. La crisis está acabada desde un punto de vista sistíémico y de confianza en prácticamente toda la eurozona pero la recuperación todavía va de puntillas y hay que ser muy cuidadoso en cómo te expones a todo ello.
P: En este escenario, ¿puede ser la zona euro puede la región estrella donde invertir en 2014?
R: Así es. A juzgar por el per -número de veces que el beneficio está contenido en el precio de la acción- histórico, está en uno de los niveles más baratos que se han visto y en un nivel muy competitivo respecto a otras regiones. Las ventas han estado expuestas a un ambiente de recesión muy severo que está empezando a mitigar. No necesitamos más crecimiento del PIB para ver un crecimiento de las ganancias empresariales.
La base de costes está bajo presión y no veremos incrementos en los salarios en muchos países. Estamos viendo una subida del 5% en Alemania pero todavía podemos ver un decrecimiento en España del 1%. Las expectativas son bajas, las valoraciones son bajas y las ganancias están muy hundidas, así como los márgenes netos. Europa tiene potencial.
P: ¿Pueden batir los índices europeos a los estadounidenses el próximo año?
R: Es que Europa es una de las mejores alternativas de inversión a nivel global que tienes en estos momentos. Las ganancias en Estados Unidos se encuentran en la parte alta del ciclo y si miramos hacia los países emergentes no somos especialmente positivos. A pesar del rally de este año, los fundamentales en Europa siguen siendo muy atractivos. No nos tenemos que quedar con las alzas de este año y sí con el global de los últimos tres ejercicios y, con todo ello, las expectativas siguen siendo altas. En EEUU la aprobación del QE3 originó un fuerte movimiento alcista. Sería de esperar que la retirada de los estímulos provocara el efecto contrario.
P: ¿La clave para los mercados europeos está en el tapering en EEUU?
R: No necesariamente. Más bien podría afectar a los mercados emergentes. El tapering no será una buena noticia para los mercados europeos en su conjunto pero tendrá menos impacto del que se puede esperar. No sabemos cuándo tendrá lugar, pero debería ser un impulso para Europa el impacto que se puede dar en Wall Street y en los BRICS.
P: ¿Cuáles son los riesgos para Europa? ¿Son más económicos o políticos?
R: En el plano político podemos decir que siempre hay riesgos, especialmente en aquellos países que están sufriendo un proceso de austeridad. Pero si miramos hacia los procesos electorales, no tenemos comicios importantes por lo menos hasta 2017, por lo que el foco político para los próximos dos o tres años parece bastante despejado y no parece que puedan aflorar nuevas crisis en aquellos países que están llevando a cabo estrictos programas de austeridad… Estoy pensando en Portugal, España o Italia, principalmente.
P: Volviendo a España, ¿cuáles son los factores que podrían retrasar la salida de la crisis?
R: España tiene que demostrar que puede ajustarse a su objetivo de díéficit y eso requiere de la paciencia de la UE y posiblemente de Alemania. Creemos que empieza a ser imperativo que se rebaje el nivel actual del 6% - 7% a un nivel cercano al 3%. Esto es lo que los inversores están esperando con vistas a los dos próximos años y ese será el elemento clave que decidirá si los mercados siguen respaldando a España en los próximos años.
P: ¿Y los bancos españoles? ¿Pueden afrontar con garantías los próximos test de estríés?
R: Creemos que la revisión de la calidad de los activos y las pruebas de estríés serán ejercicios difíciles para los bancos españoles… pero tambiíén para la mayoría del sector. Todavía luchamos para encontrar oportunidades atractivas dentro del sistema bancario español. Los bancos con un negocio diversificado cotizan con gran prima sólo porque están diversificados fuera de España. Es difícil justificar estos niveles cuando se tiene en cuenta el endurecimiento de las condiciones de críédito, la baja inflación y las políticas de austeridad. El sistema bancario europeo nunca había tenido tanto capital, pero hay que tener en cuenta que todavía muchos bancos dependen de las LTRO del BCE y las entidades españolas, en particular, se han beneficiado de una de las mayores operaciones de carry trade en la historia europea.
P: ¿Más allá de los bancos españoles tienen en mente algún otro sector o valores concretos?
R: Hemos ido aumentando gradualmente nuestra exposición a España y a los países del sur de Europa como Portugal e Italia. No obstante, hoy seguimos infraponderados en España por algunos de los factores que comentaba anteriormente. Tenemos algunas reservas sobre la evolución de la economía y el crecimiento del beneficio y por ello preferimos a las compañías exportadoras, firmas que pueden sacar provecho de la recuperación de la zona euro, así como de la recuperación global sincronizada que se hará notar cada vez con más intensidad a partir de 2014. Tambiíén juega a favor el hecho de que la mano de obra es mucho más competitiva que otorga un perfil muy atractivo a algunas compañías. A la hora de invertir tenemos en cuenta a firmas como Amadeus o al sector petrolero, del que esperamos mejores retornos tras unos años muy discretos. Sin duda Repsol es uno de nuestros valores favoritos en España.
P: ¿Están viviendo los mercados en una burbuja?
R: Hay parte de Europa que sí está viviendo en una burbuja. Los mercados se han venido arriba de forma agresiva. Las expectativas de recuperación de las ganancias son demasiado elevadas. Cuando miras las grandes marcas de consumo globales, empresas como Nestle o Unilever, vemos que su valor ha crecido demasiado rápido. Los inversores han pagado por la seguridad que podían otorgarles y eso ha derivado en ciertas burbujas.
P: ¿Diversificar la inversión es la clave en el mercado actual?
R: Eso creemos. El mayor reto para los gestores está en encontrar dónde se encuentra el valor. No se buscan grandes operaciones a nivel global y sí cuáles son las individualidades que tienen recorrido. Europa todavía sigue estando barata y todavía hay margen para que siga estándolo. Es interesante mantener una exposición diversificada a diferentes sectores en este escenario de mejora latente.