Por... Masiel Fernández Bolaños
Miembros del directorio del Banco de Japón manifestaron su preocupación por los riesgos que persisten sobre la economía nacional, lo cual evidenció la persistencia de posiciones encontradas al interior de la institución.
Aún no se puede juzgar que la economía vaya camino a lograr la meta de precios establecida de dos por ciento, acotaron al conocerse los detalles de un reciente encuentro y añadieron que se mantienen los riesgos bajistas como alzas lentas en la inversión de las empresas y en los salarios.
Según analistas, en la reunión el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, enfrentó la mayor división dentro del directorio desde que adoptó un estímulo monetario agresivo en abril pasado.
Los más pesimistas expusieron sus dudas acerca de que las empresas aumenten el gasto de capital y los salarios con la suficiente rapidez.
Dos miembros opinaron que la inflación al consumidor ya alcanzó su punto máximo al considerar que el efecto de un yen debilitado, que infla los costos de las importaciones, se reducirá de manera progresiva.
Otros reiteraron su discrepancia expresada en abril frente al plazo de dos años para alcanzar la inflación de dos puntos porque es demasiado ambicioso para un país sumido en la deflación por casi dos díécadas.
El gobierno rebajó recientemente su previsión de crecimiento para el año fiscal 2014, que concluirá el 31 de marzo de 2015.
Entretanto, la enorme deuda pública de Japón, que duplica el tamaño de su economía de cinco billones de dólares y es la mayor entre los países industrializados, persiste como otra de las principales preocupaciones.