Por... Amilcar Morales Garcia
El anuncio de un moderado descenso en el desempleo en Francia durante octubre generó gran optimismo en medios gubernamentales, pero tambiíén un marcado escepticismo entre los especialistas, quienes recomiendan prudencia ante estas estadísticas.
La víspera el ministerio de Trabajo informó que el número de personas sin ningún tipo de actividad laboral descendió en 20 mil 500 casos respecto a septiembre, primer resultado positivo en casi dos años y medio de regresión constante.
De inmediato, el presidente Franí§ois Hollande publicó un mensaje donde afirmó: "la inversión de la curva del desempleo comenzó", y agregó que el reporte de octubre está conforme con el compromiso asumido para finales de este año.
A lo largo de su campaña electoral y durante un año y medio en el Palacio del Elíseo, Hollande reiteró en casi todos los foros la promesa de revertir la tendencia al alza del paro en 2013.
Marion Cochard, economista del Observatorio Francíés de Coyunturas Económicas (OFCE), aconsejó prudencia antes de lanzar las campanas al vuelo y cantar victoria frente a un problema muy complejo de resolver.
Los resultados de un mes son volátiles, dijo, y no reflejan una tendencia porque para ello haría falta observar un período más prolongado antes de anunciar una estabilización en la oferta laboral.
En las estadísticas publicadas por la oficina Pole Emploi hay una buena y una mala noticia, precisó Cochard.
La primera, señaló, es la caída del número de desempleados absolutos, pero la segunda es el aumento de quienes sólo laboran unas horas al mes y cuando se analizan las cifras globales da como resultado un aumento del paro, en lugar de una disminución.
Agregó el economista del OFCE que en los últimos meses el íénfasis del ejecutivo estuvo puesto sobre ciertos dispositivos, entre ellos los denominados "empleos subsidiados".
Esta práctica consiste en otorgar una ayuda financiera estatal a las empresas, a cambio de contratar personal joven o con escasa capacitación durante un tiempo determinado o para realizar tareas específicas.
Es como aplicar respiración artificial a un enfermo grave para decir que está mejorando, señaló por su parte Dereck Perrote, analista del diario especializado en cuestiones económicas Les Echos.
Recordó que la mayoría de elementos negativos en este fenómeno siguen presentes, entre ellos la existencia de tres millones 270 mil personas en edad laboral sin ninguna colocación.
Además, se mantienen los prolongados períodos de paro, de más de 12 meses, sobre todo entre la franja de 25 a 40 años de la población.
La Confederación General del Trabajo advirtió, por su parte, que el mercado laboral francíés continúa en una etapa de extrema fragilidad y negó que en la práctica hubiese un repliegue en la tendencia creciente del desempleo.
Según los datos oficiales, si se suman todas las categorías, es decir a quienes no tienen ningún puesto, más los que trabajan de manera parcial, el flagelo afecta a cuatro millones 880 mil franceses.
Los especialistas advierten, además, que el díébil crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no permite avizorar una solución permanente de esta situación.
De acuerdo con el criterio de los economistas, si el PIB crece por debajo del 1,5 por ciento, es imposible generar suficientes nuevos empleos para ofrecer a quienes arriban a la edad laboral y absorber, al mismo tiempo, al número de los que están en el paro.
Este año la economía francesa crecerá entre una y dos díécimas de punto y en 2014 ese indicador será de 0,9, a todas luces insuficiente para eliminar el desempleo.