EFE
El primer ministro británico, David Cameron, presidió hoy, en el primer acto de su viaje oficial de tres días a Pekín, la firma de un acuerdo de venta de automóviles Jaguar-Land Rover al mercado chino por valor de 4.500 millones de libras (5.400 millones de euros).
Poco antes de reunirse con su homólogo chino, Li Keqiang, en el Gran Palacio del Pueblo, Cameron visitó instalaciones de la empresa de automoción británica en Pekín y asistió a la firma del acuerdo, por el que la compañía proveerá 100.000 vehículos a la Compañía Nacional de Ventas de China en 2014.
Cameron ha anunciado íéste y otros detalles de su visita al país asiático a travíés de las redes sociales chinas: la semana pasada abrió una cuenta oficial en Sina Weibo, una versión oriental de Twitter, y en sólo un fin de semana ha logrado más de 140.000 seguidores.
En la cuenta ha saludado a los "amigos chinos" y ha asegurado que ha intentado acercarse a la cultura en las semanas previas al viaje, por ejemplo visitando una importante exposición sobre arte de la civilización asiática que en los últimos meses se muestra en el Museo Victoria y Alberto londinense.
Cameron llega a China con una nutrida delegación de 180 personas, 120 de ellos empresarios, en una visita oficial que marca cierto deshielo en las relaciones chino-británicas, tras las tensiones entre Pekín y Londres que creó la reunión el pasado año entre el primer ministro británico y el Dalai Lama en Londres.
Se cree que esta reunión causó que Cameron abandonara planes iniciales de visitar China el pasado mes de abril, poco despuíés del cambio de líderes en el ríégimen comunista.
La congelación de los lazos supuso un duro revíés para Londres, dada la creciente importancia de los lazos comerciales y financieros entre los dos países.
China es el segundo socio comercial británico fuera de la Unión Europea y se espera que el comercio bilateral supere los 100.000 millones de dólares para 2015