El presidente de Grupo Planeta, Josíé Manuel Lara Bosch, no parece dispuesto a asumir la progresiva píérdida de protagonismo de las grandes fortunas catalanas en el capital del Sabadell. Con la vicepresidencia de la entidad financiera reciíén estrenada tras la ‘espantada’ del empresario Isak Andic, el barceloníés ha tirado de chequera para reforzar su peso en la vallesana.
Ante las dificultades que varios miembros de la vieja guardia catalana del accionariado del Sabadell han demostrado para asegurar sus posiciones de control, Lara ha hecho gala de músculo financiero y en las últimas semanas se ha hecho con 1,6 millones de acciones del Sabadell. Unas apuestas compradoras por las que el marquíés de Pedroso de Lara ha tenido que hacer frente a un desembolso cercano a los tres millones de euros cuando hace sólo unos meses se decantaba por hacer caja con su participación en el banco.
Las compras, que han sido comunicadas este lunes al supervisor del mercado, se produjeron la semana pasada, aprovechando la ligera corrección de precios que sufrió el vallesano a finales de noviembre. Por cada uno de los títulos que han pasado a engrosar la cartera del noble y empresario catalán, íéste afrontó precios de entre 1,83 y 1,90 millones de euros. Tras estos movimientos, su peso en el accionariado de la entidad se refuerza hasta un discreto 0,043%.
Aunque el porcentaje no es especialmente relevante si se compara con el que han tomado las dos fortunas latinoamericanas reciíén desembarcadas en el cotizado catalán, su incremento supone un alegato a favor de los antiguos accionistas y un compromiso con el cargo recibido tras la dimisión del dueño de Mango, que llegó a tener más de un 7% del banco y hoy apenas aguanta un 4%. La progresiva caída de precios del valor y las diluciones de participación que han supuesto las emisiones de nuevas acciones con las que la nobleza y burguesía catalana no se ha podido comprometer.
El pasado mes de junio, el propio Lara hizo caja con parte de sus acciones en el Sabadell. Y a un precio inferior al que ahora ha tenido que afrontar para recuperar el terreno perdido en la mesa de poder de la compañía financiera. El presidente de Planeta vendió poco más de un millón de títulos a razón de 1,2 euros cada uno. Movimientos que, entonces como ahora, gestionó a travíés de sus sociedades Labocar y Cencal