Buenos días.
Como saben Vds., con frecuencia traigo a esta portada mi personal análisis de la situación del mercado inmobiliario y todo aquello que le afecta…, es parte de mi quehacer diario. Vengo diciendo, desde hace un tiempo, que el mercado está dando ya muestras de cierta estabilización, sobre todo, desde que entró en funcionamiento la SAREB, el mal llamado banco malo, que ha empezado a admitir quitas sobre la deuda inmobiliaria y esto está permitiendo que comiencen a cruzarse operaciones. Todavía muy lentamente, eso sí, pero ello ha empujado a pensar que, quizás, hayamos comenzado a ver el tan ansiado suelo en esta profunda, agónica y larga caída. No en vano, llevamos desde el año 2007, finales del mes de julio (es mi fecha oficial del inicio de la crisis inmobiliaria) soportando caídas en todos los indicadores. Seis años, que se dice pronto, viendo de todo en este mercado…, y ese de todo, nada bueno.
íšltimamente se han producido dos buenas noticias, que podrían resumirse en una sola: la salida al mercado alternativo bursátil de las dos primeras SOCIMI’S, sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria; estas empresas cuentan con incentivos fiscales francamente buenos, y permiten unos retornos en tíérminos de rentabilidad que no hay que desdeñar, para los tiempos que hemos atravesado. Dos sociedades patrimonialistas, como ENTRECAMPOS y PROMORENT, que se dedican a lo mismo, pero con tamaños muy distintos: 54 millones de capital la primera y 8 la segunda, más familiar, si se me permite la expresión. Sociedades que se dedican, profesionalmente, al mundo del alquiler y que traen profesionalidad y rigor al sector.
La tormenta sobre el mercado inmobiliario no ha acabado, ojo, pero sí creo que ha pasado, verdaderamente, lo peor. Ahora necesitaremos un periodo de estabilización, primero en los precios, y despuíés, en la necesaria financiación, que aún no ha llegado. Si se decidiera, de una vez, imponer tasas a los depósitos de los bancos, comenzaríamos a ver cómo íéstos volverán a sus tareas y quehaceres normalizados: prestar. Y, seguramente, lo harán con más seso y mesura, pero lo harán, al menos. No tendrán cerrado indefinidamente el grifo, continuando con el estrangulamiento al mercado inmobiliario que tanto daño está haciendo. Pero claro…, primero tendrán que deshacerse ellos primero de sus activos, ¿no es eso?.
Les cuento una aníécdota vivida hace un par de meses en Madrid, en la presentación de negocio de un banco, no nuevo, que antes era una caja. Los directivos se deshacían en dar explicaciones sobre su nueva transparencia y eficacia, ante un auditorio lleno. Ahora sí, nos decían…, ahora somos claros, transparentes, volcados con nuestros clientes, etc, etc…; todo muy bien, hasta que concedieron la palabra al público que allí estábamos. Un señor (promotor íél) levantó la mano y preguntó: “¿a quíé precio han transferido sus activos al SAREB?..., ¿O, al menos, con quíé quita?â€. La máxima responsable del evento contestó: “No puedo contestar a esa preguntaâ€. Carcajada general. SSSStupendo (como diría el gran FORGES). Esa pregunta se cargó la reunión.
Hasta dentro de quince días.
Vale.
Oberon.
