EFE
El salvadoreño Carlos Enrique Píérez-Melara, de 33 años, fue añadido hoy a la lista de los delincuentes ciberníéticos más buscados por el FBI por vender un programa informático que permitía a unos usuarios espiar a otros.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglíés), sumó hoy cinco nombres más a su lista de los "Ciber Más Buscados", que incluye ahora a diez delincuentes acusados de poner en peligro los datos albergados en millones de ordenadores en todo el mundo.
La agencia ofrece una recompensa de hasta 50.000 dólares por información que conduzca directamente al arresto y la condena de Píérez-Melara, que enfrenta cargos en el Distrito Sur de California desde julio de 2005 por interceptación ilícita de comunicaciones electrónicas y otros delitos relacionados.
El salvadoreño está acusado de haber creado presuntamente un programa informático espía que "fue utilizado para interceptar las comunicaciones privadas de cientos, por no decir miles, de víctimas", según informó el FBI en su página web.
"Como parte del plan, Píérez-Melara estaba a cargo de un sitio web que les ofrecía a los clientes una manera de 'pescar a su amante infiel' mediante el envío de un programa espía disfrazado de una tarjeta electrónica de felicitación", explicó el FBI.
Quienes abrían la tarjeta "instalaban sin darse cuenta un programa" que "recolectaba las teclas pulsadas y demás comunicaciones electrónicas entrantes y salientes de las computadoras de las víctimas" y "enviaba periódicamente correos electrónicos a quienes compraron el servicio" con el contenido.
El programa se denominó inicialmente "Email PI" y en julio o agosto de 2003 se le cambió el nombre a "Lover Spy".
De acuerdo con el FBI, Píérez-Melara dirigió en 2003 la operación desde su residencia en San Diego (California).
Además, el FBI tambiíén incluyó en su lista a los rusos Alexsey Belan y Andrey Nabilevich Taame, por los que ofrece 100.000 y 50.000 dólares, respectivamente; y los paquistaníes Farhan Arshad y Noor Aziz Uddin, ofertando hasta 50.000 dólares por cada uno de ellos.
Belan está acusado de haberse infiltrado en las redes informáticas de tres grandes empresas de comercio electrónico en EE.UU. el año pasado, mientras que Nabilevich Taame supuestamente participó en la expansión de virus informáticos en más de 4 millones de ordenadores localizados en más de 100 países entre 2007 y 2011.
En cuanto a los dos paquistaníes, se les acusa de haber participado en una trama de fraude telefónico que recaudó más de 50 millones de dólares entre 2008 y 2012 a raíz de timos a individuos y compañías en EE.UU., España, Italia, Suiza, Filipinas, Pakistán y Arabia Saudí, según el FBI