Codere se la juega otra vez. Pero en esta ocasión, a todo o nada. La empresa española dedicada a la gestión de casinos, bingos y máquinas recreativas ha pedido de nuevo un mes de gracia para abonar el cupón semestral de una emisión de bonos de 760 millones, al que debe hacer frente este viernes. El grupo controlado por la familia Martínez Sampedro reconoce que no tiene liquidez para pagar a los inversores ni para devolver una línea de críédito de 135 millones que expira el 4 de enero.
Según han confirmado distintas fuentes, Codere debe abonar este próximo viernes 31 millones correspondientes a los intereses de una emisión de bonos que paga semestralmente y que el pasado mes de junio tambiíén incumplió. En aquella ocasión, el grupo dueño del Canoe, la mayor sala de juegos de España, activó una cláusula denominada “de gracia†que le permitió retrasar el desembolso durante 30 días.
La compañía pudo finalmente pagar los intereses a los inversores gracias a una línea de críédito especial de 100 millones que le dieron varios hedge funds. Fueron Canyon Capital Finance Sarl y GSO Capital Partners LP, que habían comprado deuda de Codere en el mercado secundario con un fuerte descuento a BBVA, Barclays y Credit Suisse, que habían preferido liquidar su posición por el riesgo de impago.
En agosto, la situación volvió a complicarse porque Codere tenía otro vencimiento de una emisión de 300 millones, por la que debía pagar una factura de 15 millones en intereses. Tampoco pudo afrontarla, por lo que pidió una nueva prórroga de un mes. A mediados de septiembre, los tres fondos le concedieron otros 35 millones para abonar el cupón de la citada emisión, disponer de un mínimo de liquidez para los gastos corrientes y evitar la quiebra, tal y como adelantó El Confidencial.
Tres meses despuíés, el match ball se repite. Con la diferencia de que Codere ha decidido apostar a todo o nada. La compañía ha pedido a los bonistas y a los bancos acreedores que o le refinancian la totalidad de la deuda, que asciende a 1.100 millones de euros, o solicita el preconcurso de acreedores, es decir, suspende pagos. Porque los Martínez Sampedro quieren una solución global, no un nuevo parque, puesto que tienen otra fecha límite el próximo 5 de enero, víspera de la noche de Reyes.
Noche de Reyes con carbón
Ese día tienen que devolver o alargar el vencimiento de los 135 millones que Canyon Capital Finance Sarl y GSO Capital Partners LP les prestaron el pasado verano para superar una coyuntura muy complicada. Fuentes financieras indican que Codere, que ha hecho uso de la totalidad de ese críédito extraordinario, tampoco dispone de dinero para amortizar esta línea de liquidez especial. En consecuencia, pasaría de lo que las agencias de rating llaman “impago selectivoâ€, que es en el estadio en el que entrará este viernes, a default.
En la conferencia con analistas del 15 de noviembre, íngel Corzo, el director financiero, dijo que la compañía tenía en caja 107 millones de euros, de los cuales 63 estaban en filiales en Europa y 40 en cabeceras que no se podían repatriar. Por tanto, una cantidad insuficiente.
Codere, que apenas capitaliza 70 millones de euros, tras desplomarse un 64% en 2013, elevó sus píérdidas un 80% durante los nueve primeros meses del año, hasta 93 millones, como consecuencia, entre otros aspectos, de la continua devaluación del peso argentino, la ley antitabaco en Argentina y el incremento de los impuestos en Italia. A ello se suma, en menor medida, el cierre temporal de salas en Míéxico y a los costes de la apertura del Casino Carrasco en Uruguay.
El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 172,3 millones de euros, un 26,9% inferior al de un año antes. Entre enero y septiembre, la facturación alcanzó los 1.174,4 millones de euros, un 6,9% menos, debido principalmente a la caída de ingresos en Argentina y Míéxico, parcialmente compensada por el incremento en Uruguay y España.