¿Cuándo va a recuperar el Estado los 24.000 millones inyectados en Bankia? Esa es una de las grandes preguntas (si no la mayor) del rescate bancario. Según varios bancos de inversión, puede empezar a hacerlo ya, gracias al fuerte apetito inversor que existe por España en estos momentos y a los avances conseguidos por Josíé Ignacio Goirigolzarri. De hecho, han presentado un plan a Economía para colocar de forma más o menos inmediata el 20% del capital en bolsa. Sin embargo, el Ejecutivo les ha parado los pies y se ha decantado por esperar, ya que confía en que, con el tiempo, podrá recuperar una parte mayor de lo inyectado, lo cual tambiíén implica asumir el riesgo de que este apetito se enfríe.
Estos bancos de inversión, entre los que se encuentra UBS, "están como locos por que el Estado inicie la privatización de Bankia y coloque ya un primer 20% en bolsa", según fuentes conocedoras de los planes presentados al Ejecutivo. El FROB controla el 68,2% de su capital tras el canje de las preferentes y subordinada. Su argumento principal es que ahora mismo existe un enorme apetito internacional por invertir en activos españoles, incluyendo bancos. Ahí están los ejemplos la reciente venta de EVO Banco al fondo Apollo, la entrada de importantes inversores latinoamericanos en Sabadell y, sobre todo, la batalla entre bancos y fondos en la subasta de NCG Banco. A su juicio, ese interíés es todavía mayor en Bankia, puesto que en el mercado se la percibe como la entidad nacionalizada que más ha avanzado en su reestructuración y la mejor gestionada.
UBS ya participó, junto a JP Morgan, Merrill Lynch y Deutsche Bank, en la salida a bolsa de Bankia de julio de 2011 con la que se pretendía salvar la entidad y que acabó con el desastre conocido, la nacionalización y el actual procedimiento judicial. Sin embargo, considera que ahora la situación es completamente distinta, que hay una fuerte demanda internacional al contrario que entonces, cuando hubo que inflar el tramo español por el rechazo total de los inversores extranjeros a aquella operación, considerada una "cuestión de Estado".
Sin embargo, el departamento de Luis de Guindos les ha parado los pies. El mensaje que ha lanzado es que aún es demasiado pronto y que hay que esperar porque en el futuro se podrá vender mejor. De hecho, esta es la respuesta que ha dado el FROB públicamente cuando se le ha preguntado cuándo pretende iniciar la privatización de Bankia. Ahora bien, este planteamiento se contradice con el famoso informe de McKinsey que aseguraba que, cuanto más se tarde en vender las entidades nacionalizadas, más valor pierden, lo que obligó a reactivar las subastas de NCG y Catalunya Banc.
Las fuentes consultadas matizan que esa doctrina es válida cuando tienes entidades paradas, que no se han reestructurado, con mala imagen y que pierden negocio a marchas forzadas, como Catalunya Banc. Pero no es aplicable a Bankia, donde Goirigolzarri ha culminado el cierre de oficinas con dos años de adelanto sobre el plazo que le dio Bruselas y donde Economía percibe que está gestionando muy bien la entidad para conseguir darle la vuelta y cumplir su objetivo de alcanzar una rentabilidad (ROE) del 10% en 2015. Este cambio de opinión no se ha debido de aplicar a NCG, cuya subasta se ha precipitado pese a que se supone que el Gobierno tambiíén está contento con la labor de Josíé María Castellano.
Esperar a tener resultados tangibles
La idea gubernamental es que, cuando esa buena gestión de Goirigolzarri se plasme en resultados tangibles, será el momento de iniciar la colocación en bolsa de la participación del FROB porque el precio podrá ser más elevado que el actual. Al fin y al cabo, ahora se están vendiendo sólo expectativas (aunque haya mucho apetito) y, por muy buenas que estas sean, siempre se pueden torcer. Mejor vender realidades sólidas. Además, el Ejecutivo cree que los bancos de inversión están demasiado ansiosos por reactivar el negocio de las salidas a bolsa, que lleva parado precisamente desde la de Bankia de hace dos años, lo que ha hecho mucho daño a sus cuentas de resultados, siempre según estas fuentes.
El riesgo de esta actitud es que al Gobierno "se le pase el arroz"; es decir, que el fervor por invertir en España que existe ahora mismo se enfríe. Y aunque no se tuerzan las cosas en Bankia, es posible que los inversores en el futuro analicen con más dureza los activos que salgan a la venta, mientras que ahora esta fiebre les hace ser más laxos y más proclives a pagar precios más altos. El tiempo dirá quiíén tiene razón.