Guardar Primero fueron la CAM, Bancaja y el Banco de Valencia los que se vendieron a precio de saldo tras una gestión ruinosa. Ahora le ha tocado el turno a Rí dio Televisió Valenciana, a la que el Consell le ha echado el cierre. Y el próximo icono en caer puede ser el Valencia CF, inmerso en un laberinto económico tras una huida hacia adelante avalada por el Consell de Francisco Camps.
El vicepresidente Josíé Ciscar admitió ayer que la única salida que parece posible para el histórico club es la venta a un tercero. “Yo no digo que el Valencia no se pueda vender, lo que digo es que la Generalitat no venderá el Valenciaâ€. Ciscar insistió ayer, de nuevo, en desmarcarse del futuro del club. “El control no lo tenemos nosotrosâ€, remachó.
El portavoz se mostró convencido de que las conversaciones que mantienen el Instituto Valenciano de Finanzas de la Generalitat, Bankia y la fundación del club llevarán a que la entidad financiera, ahora intervenida por el Estado, no ejecutará el críédito que mantiene con el club y que está avalado por la Generalitat. Sin embargo, Ciscar no aclaró cómo afrontará el Consell el próximo pago de los intereses por el críédito de 86 millones avalado a la fundación, que no tiene capacidad de generar ingresos.
En cualquier caso, el Gobierno que preside Alberto Fabra está pendiente de la resolución judicial sobre la validez del aval otorgado por el Consell a la fundación del Valencia CF. Si el aval no se anula, el Gobierno valenciano sería responsable del críédito de 86 millones que mantiene la fundación con Bankia y tendría que asumir la deuda íntegramente. Una situación que es vista con temor por parte del Gobierno valenciano que intenta desvincularse del futuro del equipo.