El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) va a vigilar que España cumple con el pago de los 41.333 millones de euros que recibió para sanear su sistema financiero hasta que haya recibido todo el dinero. Según el calendario previsto de amortizaciones, esto no ocurrirá hasta el año 2027. De este modo, el Gobierno seguirá bajo la lupa de los "hombres de negro" europeos a pesar de que el próximo mes de enero el programa de rescate finaliza de forma limpia (sin prórrogas ni acompañamientos). En la misma situación se encuentran el resto de países rescatados: Irlanda, Grecia, Portugal y Chipre. La vigilancia del MEDE se unirá a la Supervisión Post Programa que realizarán la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, que se prolongará hasta que España devuelva al menos el 75% de las ayudas. Esto sucederá más tarde de 2025. "Trabajaremos de cerca con la Comisión. No queremos duplicación ni sobrecargar a los Estados afectados, pero tenemos que proteger los recursos del FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) y del MEDE. Haremos nuestros anuncios cada vez que venza un pago, algo que en algunos casos ocurrirá cada trimestre. Se trata de un rápido análisis de que el dinero está disponible y que está previsto en el presupuesto", afirmó Klaus Regling, director general del MEDE, quien aseguró que, al final, se trata de "asegurarse de que toda [la ayuda] es devuelta". La supervisión del MEDE se realizará mediante el Sistema de Alerta Temprana (SAT), que consisten en un grupo de trabajo dentro del propio MEDE que empieza a reunirse 12 semanas antes de que venza un plazo del príéstamo. Estos tíécnicos analizan la situación económica de país, teniendo en cuenta la información de instituciones como la Comisión Europea. Si concluyen que hay dudas sobre el pago puntual, informa al Consejo de Directores para que adopte las acciones pertinentes. Además, el Tratado del MEDE obliga a su director general a ejecutar anticipadamente el príéstamo en caso de que fuera necesario, para lo que no necesitaría autorización del Consejo de Gobernadores ni del Consejo de Directores. Visitas semestrales de la Comisión El comisario de Economía, Olli Rehn, aseguró ayer que la Comisión Europea tratará de simplificar la supervisión post-programa de los países que han recibido ayuda, alineándola con los mecanismos de supervisión que ya tiene en marcha Bruselas. Sin embargo, esto no va a evitar visitas adhoc de sus hombres de negro La legislación comunitaria (Reglamento 472/2013 y Reglamento 473/2013) prevíé una visita a Madrid cada seis meses y reserva poderes especiales para la Comisión y el BCE, que van desde la posibilidad de inspeccionar minuciosamente a las entidades financieras, controlar el gasto público del Gobierno y proponer medidas correctoras en caso necesario. Según el reglamento que delimita esta etapa post programa, "la Comisión realizará, en colaboración con el BCE, misiones regulares de revisión [...] para analizar su situación económica, fiscal y financiera", cuyas conclusiones deberán ser comunicadas cada seis meses al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo y al Parlamento nacional. Estas misiones deberán analizar "si son necesarias medidas correctoras". En cuanto al sistema financiero, las entidades estarán obligadas a desnudarse delante del BCE y la Comisión cuando estos lo consideren oportuno. De acuerdo con la normativa, el Gobierno deberá "comunicar al BCE con la frecuencia requerida información desagregada relativa a la evolución de su sistema financiero" y "realizar, bajo la supervisión del BCE [...] las pruebas de resistencia o los análisis de sensibilidad que sean necesarios para evaluar la capacidad de recuperación del sector frente a perturbaciones macroeconómicas y financieras". Además, al igual que las condiciones fijadas en el Memorando de Entendimiento del rescate no sólo contemplaban reestructuraciones de las entidades sino tambiíén una reforma profunda del sistema de supervisión, BCE y Comisión se reservan el derecho de examinar la capacidad de España de supervisar su sistema financiero. Según el reglamento, el Estado español "deberá [...] ser requerido para presentar evaluaciones periódicas de su capacidad de supervisión del sector financiero en el marco de una revisión específica inter pares realizada por el BCE, en su calidad de supervisor, o, cuando proceda, por las Autoridades Europeas de Supervisión pertinentes". Pero además, la supervisión post programa de los hombres de negro abarcará la gestión de las finanzas públicas. De este modo, el reglamento obliga al Gobierno a informar del impacto económico de sus políticas. "El Estado miembro informará periódicamente a la Comisión y al Comitíé Económico y Financiero de la ejecución presupuestaria a lo largo del ejercicio, de los efectos presupuestarios de las medidas discrecionales tomadas tanto en materia de gastos como de ingresos". Y todo ello hasta 2025