“Hasta que la hipoteca nos separeâ€. La frase está en la calle. Y no puede ser más acertada. Parejas de mileuristas que en los años del boom inmobiliario se hipotecaron juntas alegremente para adquirir viviendas sobrevaloradas, ven ahora cómo el amor se terminó, pero no la posibilidad de separar su convivencia. La hipoteca les encadena. El contexto actual, en el que la compraventa de viviendas ha caído drásticamente un 27,6% en la primera mitad del año, mientras que la concesión de hipotecas se ha endurecido en 2008 hasta alcanzar el mínimo histórico de entre el 4% y el 5%, según la AHE, no facilita las cosas a los reciíén divorciados que quieren rehacer su vida con otra persona.
Alberto Rubio, director de Separacionline.com, empresa especializada en la tramitación de divorcios on line, constata la tendencia: “En el último año hemos empezado a notar un considerable aumento de parejas que se divorcian y deciden seguir viviendo en el domicilio conyugal hasta que vendan la casa. Y tambiíén hemos tenemos casos de parejas que posponen el divorcio hasta que solucionen el problema de la viviendaâ€. Aunque su empresa ofrece servicio jurídico a personas que desean divorciarse de mutuo acuerdo, sí reconoce las dificultades a las que se enfrentan estas parejas. “Es evidente que no les apetece seguir viviendo juntos, sino que es la situación del mercado inmobiliario la que les obligaâ€, valora.
Es el caso de Víctor, uno de sus clientes, que tras siete años de matrimonio lleva seis meses divorciado viviendo con su pareja en Tenerife. “Se lleva como se puede. Pero somos personas adultas y madurasâ€, afirma. Al menos, su casa tiene varias habitaciones. En Madrid, donde en el pico del boom el metro cuadrado de una vivienda - usada y sin reformar- en un barrio como Cuatro Caminos ha llegado a alcanzar el millón de las antiguas pesetas, compartir más de una habitación no es tarea fácil.
El INE británico ha registrado la menor tasa de divorcios de los últimos diez años
La relación entre el precio de la vivienda y la tasa de divorcios tambiíén existe allende nuestras fronteras. La Office of National Statistics -el INE británico- ha registrado la menor tasa de divorcios de los últimos diez años entre propietarios de viviendas casados. Dichas cifras coinciden con el estallido de su propia burbuja inmobiliaria y el desplome de los precios de sus viviendas, según publicaba ayer mismo la edición digital del periódico británico Telegraph.
Analistas de Savills han comparado las fluctuaciones del mercado inmobiliario y las tasas de divorcio. Y han llegado a la conclusión de que existe una “fuerte correlación†entrambas. El Director de Investigación de Savills, Lucian Cook, dijo que las parejas con problemas pueden optar por no dividir el hogar al tener menos que compartir.
“En la medida en que los precios de las casas suben, los propietarios se sienten más fuertes y suponemos que se sienten capaces de permitirse el lujo de divorciarseâ€, argumenta. “Prevemos que las actuales caídas de los precios darán como resultado menos divorciosâ€, asegura. Los ricos, aunque tambiíén lloran, al menos se divorcian cuando quieren. En su información, el Telegraph destaca que el divorcio representa alrededor del 6% de todas las ventas en el sector prime del mercado inmobiliario en Reino Unido y llega a alcanzar el 13% en casas valoradas en más de un millón de libras y el 18% en las que superan los dos millones de libras.