La operación, que incluye los 85 millones de euros de deuda bancaria de estos activos, está previsto que se cierre el próximo 23 de enero.
La transacción se enmarca en el plan de ajuste que la compañía que preside Josíé Manuel Entrecanales puso en marcha el pasado mes de marzo para mitigar el efecto en sus cuentas de la primera fase de la reforma energíética ya aprobada por el Gobierno.
El plan contempla, entre otras medidas, el recorte de sus inversiones, que se centrarán en el exterior, y la venta de activos maduros y no estratíégicos.
Se trata de la segunda desinversión que la compañía realiza en su división de 'energía verde' en el marco de su plan de ajuste, despuíés de la reciente venta del parque que tenía en Corea del Sur, de 61,5 MW, por 114 millones de euros.
No obstante, la compañía tambiíén anunció la pasada semana la suspensión del pago de su dividendo a cuenta de los resultados del grupo correspondientes al ejercicio 2013, que tradicionalmente abona en el mes de enero, por primera vez desde al menos 1997, cuando se constituyó como grupo con la actual denominación de Acciona.
Además, la compañía indicó recientemente que no descartaba dar una “vuelta de tuerca†a su plan de ajuste en función del impacto que finalmente le genere la segunda parte de la reforma, actualmente en trámite parlamentario.
Por el momento, las dos anteriores modificaciones legislativas ya han supuesto un impacto de 131 millones de euros en las cuentas de los nueve primeros meses de este año. Este importe equivale al 84% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) que genera toda la división de energía de Acciona.
La compañía, que figura como uno de los principales grupos de renovables del mundo, contaba a cierre del pasado mes de septiembre con 8.500 megavatios (MW) de instalaciones renovables instalados, de los que 2.526 MW están ubicados en el exterior.