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El presidente Enrique Peña Nieto promulgó el viernes una reforma energíética que por primera vez en 75 años permitirá a empresas privadas nacionales y extranjeras explorar y producir crudo en Míéxico, algo hasta ahora bajo monopolio estatal.
La energíética es la principal de una serie de reformas que el mandatario propuso al Congreso y fueron aprobadas a lo largo de su primer año de gobierno en Míéxico, la segunda economía de Latinoamíérica pero que en las últimas díécadas ha batallado para mantener un crecimiento económico sostenido.
En una ceremonia en el Palacio Nacional de la ciudad de Míéxico, a la que asistieron legisladores y gobernadores, Peña Nieto la calificó de "reforma histórica fundamental" con la que confía que hará que el sector energíético acelere el crecimiento del país, que este año se espera sea de apenas por arriba del 1%.
La reforma, a la que se opusieron los distintos partidos de izquierda, permitirá al gobierno dar contratos y licencias a empresas nacionales y extranjeras para que participen en la exploración y producción de crudo y gas, algo que hasta ahora era monopolio de la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las modificaciones cierran la página a la nacionalización de la industria en 1938 y que desde entonces hizo que el petróleo fuera visto como un símbolo de la soberanía y el nacionalismo de los mexicanos.
La izquierda, que ha prometido promover una consulta popular nacional hacia 2015 para echar abajo la reforma, ha sostenido que se abre la puerta a que la industria petrolera sea privatizada, algo que el gobierno rechaza.
La nacionalización de la industria petrolera fue por las últimas siete díécadas un principio inamovible en Míéxico, inclusive en el Partido Revolucionario Institucional de Peña Nieto.
Sin embargo, al llegar al poder, y luego de que en los últimos nueve años la producción de crudo fue a la baja, Peña Nieto planteó que Pemex por sí sola no podía revivir a la industria energíética, por lo que era necesario cambiar las leyes para permitir la participación privada.
"Este año los mexicanos hemos decidido superar mitos y tabúes para dar un gran paso hacia el futuro", dijo el presidente, quien aseguró que la gente de a pie verá los beneficios directos de la reforma en la reducción de costos de la luz y el gas en los próximos años.
Una vez promulgada la reforma, que modificó la constitución, ahora es necesario modificar más de una docena de leyes secundarias en las que se deberá detallar la manera en que funcionarán los contratos y licencias a empresas privadas.
Peña Nieto dijo que en breve mandará al Congreso propuestas para modificar las leyes secundarias.
El avance de distintas reformas, pero sobre todo de la energíética, ha generado altas expectativas y respaldo en el extranjero.
El jueves, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's subió la calificación de la deuda soberana de Míéxico de largo plazo de "BBB" a BBB+", luego de la aprobación de la reforma energíética, además de modificaciones anteriores al marco fiscal.
"Comienza así una nueva historia para nuestro país", dijo Peña Nieto.
Ricardo Anaya, presidente de la comisión permanente del Congreso y militante del conservador Partido Acción Nacional que respaldó la reforma, elogió los cambios pero advirtió que ahora el país debe asegurarse de crear un modelo de transparencia que evite la corrupción en los contratos y licencias.