(PL)
El Senado de Estados Unidos reinicia sus sesiones con las votaciones sobre la prórroga de los subsidios a los desempleados y la confirmación de Janet Yellen al frente de la Reserva Federal, ambos casos retrasados por la oposición republicana.
La mayoría demócrata de la Cámara alta espera avanzar en esta jornada en el tema de los beneficios a 1,3 millones de personas, visto por expertos y medios de prensa como el punto inicial de fricción entre el Congreso y el Gobierno en 2014.
Esas ayudas expiraron a fines del año pasado porque los republicanos se negaron a ampliarlos con el pretexto de que el programa fue siempre temporal y su extensión disuade a los desempleados de buscar activamente un nuevo puesto laboral.
Sin embargo, la Casa Blanca insiste en prorrogar ese sustento y alerta que tambiíén forman parte de la recuperación económica del país.
El mismo presidente Barack Obama interrumpió el sábado pasado sus vacaciones navideñas para llamar a los legisladores a reanudar los beneficios.
"Más de un millón de estadounidenses perdieron el seguro que ayuda a llegar a fin de mes mientras buscan trabajo (...) La independiente Oficina de Presupuesto del Congreso explica que si no se recobra este seguro, todos sentiremos la paralización del crecimiento económico en el próximo año", dijo.
Obama tocará el tema otra vez mañana durante un acto en la Casa Blanca, donde estará acompañado por ciudadanos afectados por el vencimiento de esos subsidios.
Otro punto en la agenda de los senadores será confirmar a Yellen como presidenta de la Reserva Federal.
Obama optó por la economista despuíés que el exsecretario del Tesoro Lawrence Summers en septiembre pasado se retiró oficialmente de la carrera por temor a políémicas audiencias ante el Congreso.
Si obtiene la confirmación en el Congreso, entonces se convertiría en la primera mujer que encabeza la Reserva, encargada de guardar todos los fondos del sistema bancario estadounidense.
Yellen es vicepresidenta de esa entidad desde octubre de 2010, pero sus críticos insisten en que es demasiado propensa a intervenir en la economía.