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El gobierno argentino y los principales supermercados pusieron en marcha el lunes un tercer acuerdo de control de precios para contener la inflación, que según analistas privados es de al menos 26% anual.
Los diarios publicaron un aviso y un cuadernillo con la descripción del acuerdo y el costo de los productos que llevarán la marca "Precios Cuidados". El plan se definió como un compromiso asumido por "el gobierno, los supermercados, los distribuidores y sus principales proveedores para una administración de precios flexible durante todo el 2014" y se aplicará sólo en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
El acuerdo estableció 194 precios para carnes, frutas, verduras, lácteos, enlatados, bebidas, panes y artículos de limpieza, perfumería y librería. Diez cadenas de supermercados "se comprometen a respetar cada precio único acordado", señaló el aviso, que indicó además "que hay distintas alternativas, tanto en tipos de producto, como en tamaño y calidades, con primeras y segundas marcas".
La inflación es una de las mayores preocupaciones de los argentinos. Los cálculos oficiales del costo de vida, que son menos de la mitad de los de los economistas, han sido cuestionados por el Fondo Monetario Internacional, que considera que están subvalorados. El gobierno trabaja en la actualidad en un nuevo esquema de medición de precios a pedido del organismo internacional.
El Ejecutivo suscribió en 2013 con los supermercados dos acuerdos para mantener congelados los precios de una serie de productos sin que se vieran resultados, según asociaciones de consumidores.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió en una rueda de prensa sobre el nuevo acuerdo que el "precio pactado.... debe ser cumplido con abastecimiento" y anunció que habrá "mecanismos sancionatorios" ante la eventual falta de productos en las góndolas. Analistas estiman que la inflación se acelerará en 2014 y se situará en al menos 28% anual.
Capitanich dijo que los "precios cuidados" funcionarán como "referencia" de otros valores y señaló que "la reducción en el promedio de los precios de góndola antes del acuerdo es equivalente al 7%".
Sandra González, titular de la Asociación de Defensa de los Consumidores Argentinos denunció que los precios acordados "están mucho más altos" que los del último acuerdo que venció en diciembre de 2013. "Lo que están haciendo es transparentar la inflación", dijo González, quien se preguntó "cómo y quiíén va a controlar" el nuevo mecanismo, ya que a su entender "en los supermercados hoy hay un descontrol generalizado".
Días tras, el ministro de Economía Axel Kicillof dijo que este acuerdo se revisará cada tres meses y que habrá precios que suban y otros que bajen. En ese sentido, explicó se va a trabajar con cada sector en un sistema de "alertas tempranas" para evaluar los altibajos que puedan provocar "condiciones internacionales, climáticas, estacionales y de la cadena productiva en su conjunto".
Los críticos de las políticas de control de precios sostienen que los supermercados tienden a no reponer ciertos productos y a no contar con tanta oferta. Además, afirman que para frenar la inflación hay que reducir el gasto y tener un índice de precios creíble, para reducir las expectativas inflacionarias.