Por... ANDREW TAYLOR
Tras semanas de negociaciones secretas, los legisladores más destacados del Capitolio intentan dar los últimos toques a un proyecto de presupuesto de 1,1 billones de dólares que ponga punto final a las batallas presupuestarias del año pasado.
El objetivo es concluir el voluminoso proyecto esta semana antes de que se cumpla el plazo del 15 de enero que la Cámara de Representantes y el Senado tienen para evitar otro cierre gubernamental. El proyecto abarca miles de detalles en aproximadamente un tercio del gasto federal dedicado al funcionamiento diario de los organismos federales.
La negociación sigue al pacto presupuestario acordado por el presidente del Comitíé Presupuestario de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, y la presidente de la Comisión Presupuestaria del Senado, la demócrata Patty Murray, como contraposición a los 16 días de cierre gubernamental en octubre. Pero una nueva batalla para aumentar el límite de endeudamiento se cierne el próximo mes pese a haber disminuido el riesgo de un segundo cierre gubernamental.
El acuerdo presupuestario, fácilmente aprobado por la Cámara y el Senado el mes pasado, canjeó reducciones de gastos a largo plazo y ciertos aumentos fiscales por un alivio en los gastos presupuestarios automáticos del año pasado. El proceso podría ser comparado a construir una casa: el acuerdo del mes pasado estableció los cimientos; este mes, los comitíés de apropiaciones de la Cámara y el Senado levantarán el esqueleto, las paredes y concluirán el interior.
La medida incluye desde combatir la expansión de la carpa asiática en los Grandes Lagos, a ordenar cazas de combate F-35 y financiar la investigación míédica, así como combatir los incendios forestales, enviar ayuda a Israel y Egipto y la construcción de alcantarillado por parte de los gobiernos locales.
Las negociaciones prometen partidas amplias de gastos en el presupuesto del año fiscal del 2014 que comenzó el primero de octubre, por un total de 1,1 billones de dólares despuíés de agregar unos 86.000 millones en gastos bíélicos sumados a los 1,012 billones.
Ello representa un incremento de 25.000 millones de dólares por encima del año fiscal del 2013, cuando las reducciones automáticas de gastos eliminaron 64.000 millones de dólares del proyecto de ley aprobado en marzo. No obstante, es 45.000 millones de dólares mayor de lo que habría disponible en caso de que se hubiera presentado un segundo año de reducciones automáticas.
