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Las presiones inflacionarias siguen a la baja en la Eurozona en un entorno de persistente preocupación por los riesgos de deflación, mostró hoy un estudio del Instituto de Investigación del Ciclo Económico.
Los precios se mantendrán estables en los próximos meses porque las presiones inflacionarias siguen cerca de los mínimos registrados en agosto de 2013.
En dichas condiciones, el Banco Central Europeo (BCE) decidió la víspera mantener en el mínimo histórico de 0,25 por ciento su principal tasa de interíés, pese a la preocupante caída de la inflación.
La institución optó por dejar inalterables los tipos en espera de que los precios aumenten gradualmente y alejen los peligros de deflación sobre los que alertan algunos expertos.
La oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat, reportó a inicios de semana que la inflación interanual decreció en diciembre de 2013 un 0,8 por ciento, una díécima menos que en noviembre.
El sector de alimentos, las bebidas alcohólicas y el tabaco subieron el 1,8 por ciento, dos díécimas más que en noviembre, mientras que la de los servicios bajó a un punto frente al 1,4 precedente.
Al respecto, Draghi, remarcó recientemente que la deflación en "cámara lenta" vista durante meses en la Eurozona y la persistente debilidad económica apuntan a un período prolongado de bajos precios.
El recorte de tipos de interíés, apuntó, tiene como objetivo restaurar un margen de seguridad contra ese fenómeno más que apuntar a que el riesgo de ese problema se pueda materializar en el bloque monetario.
Pronosticó que los leves índices de inflación, una de las evidencias de la debilidad económica de la Eurozona, se mantendrán frágiles al menos hasta 2015 y lejos del objetivo establecido por el llamado guardián del euro de cerca, pero por debajo de los dos puntos.
El BCE continúa apostando por la política de dinero barato al mantener en un mínimo histórico su principal tasa de interíés ante la incertidumbre económica en la Eurozona.