El Dividendo Flexible de Repsol llevará a Pemex a superar a Sacyr esta semana como segundo accionista de la petrolera. La mexicana recibirá acciones, con lo que elevará su participación al 9,43%, mientras que Sacyr ha cobrado hoy en efectivo y diluirá su participación al 9,22%. Ahora bien, este intercambio de posiciones podría durar sólo unas horas, porque en los últimos scrip dividends Pemex vendió a los pocos días los títulos recibidos. El primer inversor, La Caixa, tambiíén se ha decantado por el dinero y situará su participación por debajo del 12%.
íšnicamente los titulares del 37,38% de las acciones de Repsol han decidido cobrar el dividendo en efectivo. La petrolera ha pagado hoy 232,2 millones de euros. Ante las necesidades de liquidez, los dos primeros accionistas han escogido el dinero. La Caixa, que de acuerdo con los registros de Repsol hasta ahora tenía el 12,02% del capital, recibirá 74,67 millones de euros brutos, mientras que Sacyr, con el 9,38%, percibirá 58,29 millones, que irán destinados a reducir la deuda asociada a su participación en Repsol, que al cierre del tercer trimestre ascendía a 2.396 millones de euros.
El 62,62% restante de las acciones de la petrolera española ha acudido a la ampliación de capital y recibirán nuevos títulos (uno por cada 37 derechos), que la compañía entregará el 16 de enero –al día siguiente comenzarán a cotizar–. Esto implicará la emisión de 22.044.133 acciones, con lo que el capital total ascenderá a 1.324,51 millones de títulos, un 1,69% más. Asimismo, la petrolera se ahorra 388 millones de euros que habría entregado de repartir el mismo dividendo completamente en efectivo.
Teniendo en cuenta que La Caixa y Sacyr sumaban el 21,4%, la aceptación excluyíéndoles sería del 78,6%. Entre los que cobrarán nuevas acciones, según fuentes del mercado, están los otros dos accionistas de referencia: Pemex (9,34%) y Temasek (6,32%), el brazo inversor de Singapur.
La decisión de Sacyr de cobrar en efectivo, como ha hecho siempre que Repsol ha ofrecido el Dividendo Flexible, reducirá su participación hasta aproximadamente el 9,22% (122,2 millones de acciones). Hace poco más de dos años, Sacyr poseía el 20,02%, pero sus graves problemas financieros la obligaron a vender un 10%, que fue adquirido por Repsol. La petrolera vendió la mitad unos meses despuíés al mercado y en marzo de 2013 el 5,014% restante lo compró Temasek. Tras aquella venta, Sacyr ha ido diluyendo paulatinamente su paquete al no acudir a las diferentes ampliaciones de capital.
Por su parte, la mexicana Pemex, según las fuentes consultadas, ha repetido la estrategia utilizada con los últimos dividendos y percibirá cerca de 3,29 millones de acciones nuevas, con lo que elevaría su presencia hasta 125 millones, es decir, el 9,43% del capital.
Ahora bien, otras fuentes aseguran que Pemex venderá las acciones recibidas por el scrip dividend, como ha hecho en ocasiones anteriores. Así lo hizo el pasado 17 de julio, cinco días despuíés de que Repsol repartiera las nuevas acciones, cuando vendió 111.967 títulos. O el 23 de enero de 2013, cuando liquidó los 1,9 millones de títulos que había recibido dos días antes. En ambos casos las operaciones se realizaron a futuro. Por tanto, de repetir esta fórmula, su paquete se vería diluido nuevamente.
LA CAIXA, POR DEBAJO DEL 12%
La compañía mexicana está de retirada en Repsol tras los fallidos intentos por asaltarla. La petrolera que dirige Emilio Lozoya registró el pasado 19 de noviembre un documento ante el supervisor del mercado estadounidense, la SEC, en el que incluyó como activo disponible para la venta 53,7 millones de acciones de Repsol, equivalentes al 4,12% del capital de la multinacional española.
De esta forma, su objetivo sería volver a ostentar una participación por encima del 5%, como tenía antes del pacto que realizó, precisamente con Sacyr, para derrocar a Brufau a finales de agosto de 2011.
La ampliación de capital por el Dividendo Flexible tambiíén reducirá la participación del socio histórico de Repsol, La Caixa, que como todo el sector financiero necesita liquidez. La entidad catalana, que tiene dos puestos en el consejo de administración (Isidro Fainíé y Juan María Nin), bajará del 12,02% actual al 11,82%, con 156,55 millones de acciones.
Mientras, el cuarto accionista en discordia, Temasek, que abarca el 6,32% del accionariado de Repsol, recibiría 2,22 millones de títulos, con lo que sumaría 84,54 millones, el 6,38%. De esta forma, el free float de la petrolera española se situaría en el entorno del 63,1%, ligeramente por encima que el 62,94% actual.