Quince días. Ese es el tiempo en el que se ha resuelto la "crisis" bursátil de Sacyr con epicentro en Panamá. Este miíércoles, la compañía ha logrado recuperar la cotización que marcaba a final del pasado año, antes de que comenzaran las tiranteces en relación a las obras de ampliación del Canal de Panamá.
El pasado 31 de diciembre, una sesión anodina en la que el mercado sólo estuvo operativo hasta las dos del medio día, la constructora despidió el año en los 3,767 euros por acción. Un día despuíés, la tranquilidad saltó por los aires al conocerse el ultimátum dado por el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), al amenazar con paralizar las obras si no aportaba nuevo fondos.
La reacción del mercado no se hizo esperar y el 2 de enero, primer día hábil de mercado, los títulos de la constructora se dejaron un 8,95% y otro 6,85% en la jornada siguiente. Pero la tormenta empezó a amainar y, desde entonces, el valor ha conseguido cerrar en positivo en cinco de las siguientes siete sesiones.
El resultado ha sido que hoy, dos días despuíés de que por boca del presidente de la compañía íésta se comprometiera a concluir las obras y llegar a un acuerdo, la cotización de Sacyr ha vuelto a los niveles de aquel 31 de diciembre, al haber concluido la sesión en 3,777 euros, tras haberse revalorización un 3,65%.
En esta mejora del valor ha jugado un importante papel la templanza de las firmas de análisis, que lejos de empezar a rebajar sus recomendaciones y precios objetivos han optado por esperar y ver.
Esto ha permitido a Sacyr mantener la recomendación mayoritaria de compra (un 70% según el consenso de Bloomberg), además de que dos firmas de análisis, BPI y NMAS1, le han mejorado el precio objetivo en medio de esta crisis; mientras que sólo una, Interdin, se lo ha bajado, de 4,29 a 4,11 euros, pero manteniíéndole la recomendación de comprar.