En cuestión de meses, el mercado de la asesoría independiente podría duplicarse en España, ya que según los datos que maneja el propio sector, más de un centenar de Eafis ha llamado a la puerta de la CNMV -Comisión Nacional del Mercado de Valores- con el objetivo de obtener su bendición para poder operar.
Esta cifra cobra el doble de importancia cuando se recuerda que, actualmente, hay registradas poco más de 130 entidades y que la propia CNMV estima cerrar el primer trimestre de este ejercicio habiendo superado la cota de las 150 Eafis. Dicho con otras palabras, el supervisor se enfrenta a un autíéntico aluvión de solicitudes.
A pesar de esta multiplicación, los asesores independientes continúan representando una pequeña porción de todo el pastel y, a la espera de conocer los datos de cierre de 2013, la realidad es que, actualmente, apenas superan el 1% de todo el negocio. En tíérmino absolutos, se estima que alcanzan un patrimonio asesorado de 15.500 millones y algo menos de 4.000 clientes, la inmensa mayoría de los cuales son minoristas.
El objetivo del sector es hacerse con una cuota de mercado del entorno del 5% en el medio plazo, un reto que se ve alimentado por el disparado ritmo de crecimiento del número de Eafis. No obstante, la mayoría de ellas continúan siendo profesionales independientes, y tanto el supervisor como la propia patronal, Aseafi, son conscientes de que en los próximos tiempos se producirán movimientos, ya sea vía fusiones definitivas o mediante operaciones más asociativas.
La mayoría de edad del sector
Esta eclosión de la asesoría independiente viene a confirmar la mayoría de edad de un sector que arrancó en España hace apenas cinco años y que actualmente está en pleno punto de inflexión, ya que a la avalancha de solicitudes que está recibiendo la CNMV se suma tambiíén el deseo de varias de estas sociedades por dar el salto a agencia de valores o gestora.
Como adelantó El Confidencial, varias de las principales Eafis del país están analizando, en algunos casos, y han puesto en marcha, en otros, el proceso necesario para acreditarse como gestora o agencia de valores, una petición que, además, ha encontrado terreno abonado en los despachos del organismo supervisor.
Este salto se produce, además, en pleno cambio normativo, derivado de la trasposición de MiFid II. Entre las principales novedades destacan los cambios que afectarán a las comisiones de retrocesión y que la CNMV prevíé tener terminados antes de verano. A la espera de que el supervisor aclare quíé pasará con esta fuente de ingresos, el panorama que se está barajando podría resumirse en que para, garantizar la independencia de una Eafi, íésta deberá renunciar a esta vía de ingresos o, si desea seguir cobrándola, deberá asociarse a una entidad financiera.
La comisiones de retrocesión son las que se perciben por recomendar un determinado fondo y Bruselas considera que van en contra de la independencia que se les presupone a estas firmas. Según las cifras que baraja Aseafi, apenas 39 entidades percibieron el año pasado este tipo de ingresos, que representaron un 17,6% del total.