Los inversores parecen recuperar el gusto por las compras que ha marcado las sesiones bursátiles desde que comenzó 2014. Al menos, eso es lo que se deduce de los cruces previos a la apertura de la sesión, que se salda con subidas en los principales índices europeos. Ayer, el Ibex 35 perdió la cota de los 10.500 puntos con una caída del 0,66%, aunque permanece en niveles de mayo de 2011.
Las Bolsas se están beneficiando en estos albores del ejercicio de unas mejores perspectivas macroeconómicas que han llevado a organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial a pronunciarse públicamente de una manera optimista.
Ayer, Wall Street cerró con resultados mixtos, en línea copn el resto del planeta. El Dow Jones, su principal indicador, terminó la jornada con un descenso de 0,39% tras una tanda de resultados empresariales que no convencieron y el fuerte desplome de Best Buy. Ese índice, que agrupa a treinta de las mayores firmas del país, retrocedió 64,93 puntos hasta 16.417,01 unidades, y el selectivo S&P 500 bajó el 0,13% (-2,49 puntos) hasta 1.845,89 enteros, mientras el tecnológico Nasdaq ganó el 0,09% (-2,81 puntos) hasta 4.218,69.
La deuda española comienza la sesión con la estabilidad de que ha hecho gala últimamente. La rentabilidad del bono a diez años se sitúa en el 3,74%, mínimos desde 2009. La prima de riesgo, por su parte, se ve lastrada por el buen comportamiento de la deuda alemana, y se acerca de nuevo a los 200 puntos básicos. Ayer, la tranquilidad de la deuda permitió al Tesoro Público captar 5.900 millones en bonos a tres, 13 y 15 años en la que fue la segunda puja del año. El pasado 9 de enero el Tesoro inauguró el calendario de subastas de 2014, con una colocación de deuda a cinco años al interíés más bajo de la historia.
