Por... EVA VERGARA
El paro en el principal puerto chileno cumplió dos semanas el viernes, con millonarias píérdidas para los exportadores de productos frescos, y arrastra a pequeños agricultores que podrían perder su trabajo de la temporada y a los camioneros que amenazan con movilizarse para forzar las negociaciones.
Otros perjudicados son los criaderos de animales, que están viendo cómo se les agotan las reservas de granos, retenidas en barcos que no han sido descargados en el puerto de San Antonio, 118 kilómetros al noroeste de Santiago, por donde se exporta 33% de las frutas frescas.
Las píérdidas sólo del sector exportador frutícola bordean los 100 millones de dólares, según dirigentes del sector.
El presidente de la Confederación de Dueños de Camiones, Juan Araya, ofreció el viernes la sede gremial para que se reúnan el gobierno, los dirigentes portuarios y los dueños de los terminales para buscar una solución a la huelga.
Araya dijo que "hay que conversar este tema hasta que duela, hasta que salga humo blanco, no podemos seguir perdiendo trabajo".
El dirigente dijo que hay unos 9.000 camiones parados y 4.500 a la espera en los puertos para sacar mercaderías importadas.
El gobierno se niega a dialogar con los portuarios mientras no depongan su huelga y los dirigentes portuarios demandan el cumplimiento de un petitorio para reanudar sus labores. Tambiíén se registran protestas en otros 15 puertos.
Las demandas incluyen el pago retroactivo de media hora de colación a la que no tuvieron derecho entre 2008 y marzo de 2013, la cancelación de deudas con empleados del puerto de Valparaíso y una pensión para los trabajadores que por su edad no pueden realizar faenas peligrosas.
Ronald Bown, presidente de los exportadores, dijo que el año pasado a esta fecha habían salido 42.068 toneladas de frutas frescas, mientras que en 2014 sólo se han exportado unas 12.000 toneladas.
Bown anticipó que en algunas partes se dejará de cosechar y embalar porque ya no hay donde guardar la fruta. La detención de la cosecha dejará cesantes a centenares de empleados temporarios.
La paralización fue escalando: inicialmente el gobierno del presidente Sebastián Piñera adujo que se trataba de un problema entre privados, las empresas que manejan los puertos y los trabajadores. Luego el ministro del Trabajo Juan Carlos Jobet intervino con un íéxito relativo, pero ahora se niega a tomar parte en el conflicto mientras no termine la movilización.
En los próximos días debe iniciarse la cosecha de uva de mesa de la zona central chilena, lo que se traduciría en miles de cajas que seguirían acumulándose en los terminales.
Chile es el principal exportador de frutas frescas del hemisferio sur, "pero todo podría quedar en nada de continuar la movilización", declaró Víctor Moller, presidente del sector productor de arándanos.
"Es el momento que el gobierno intervenga. De lo contrario, olvídense de la industria frutícola", añadió