Por... Hugo Rius Blein
A los escollos políticos que enfrenta la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, se suma hoy el reclamo por productores arroceros de retrasados pagos de un esquema gubernamental de adquisición y almacenamiento del grano.
Agricultores de cinco principales áreas del cultivo del grano amenazaron con bloquear caminos en sus localidades de no recibir lo pactado el próximo 25 de enero o que se les devuelven las cosechas para venderlas ellos mismos.
Ya tres mil de ellos se adelantaron e interrumpieron la circulación por una carretera en un cruce de distritos, en un movimiento que comenzó a extenderse en algunas provincias, ante la falta de dinero para cubrir las necesidades diarias, según alegan participantes entrevistados por los medios.
El presidente de la Asociación de cultivadores de arroz, Prasit Booncheuy, advirtió que de incumplirse el plazo dado se intensificará el bloqueo vial y el gremio se unirá a las protestas del Comitíé de Reforma Democrática Popular que pugna por la renuncia de Yingluck.
A tenor con el referido esquema el gobierno está obligado a inyectarle unos cuatro mil millones de dólares para lo que ya instruyó al Banco para la Agricultura y Cooperativas, sin embargo, parece incierto que la entidad disponga de ese monto, apunta el diario The Nation.
Para tratar de despejar el clima de incertidumbre, el titular de Finanzas, Kittirat Na-Ranong, aseguró en conferencia de prensa que se ha estado retribuyendo dos mil millones y se sigue exportando arroz.
La aclaración no impidió que la Comisión Nacional Anticorrupción anunciara una investigación sobre el programa de precios subsidiados ante alegada negligencia de los responsables del Comitíé de Política Arrocera y que decidiera encausar formalmente a 15 involucrados.
Analistas de medios tailandeses evalúan que a falta de solución del conflictos con los productores de la gramínea el país puede verse atrapado en una doble crísis, política y económica.