La Caixa ha vendido el 3,19% de su participación en la Inmobiliaria Colonial en plena batalla por el control del grupo entre el accionista mayoritario y el principal acreedor. Según aparece en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el paquete de la entidad descendió el pasado viernes del 5,787%, al 2,593%.
La entidad dirigida por Isidro Fainíé es uno de los accionistas que previsiblemente apoyarán hoy en la junta extraordinaria la ampliación de capital que dejará el control de la inmobiliaria en manos del Grupo Villar Mir. De hecho, fuentes cercanas a la operación han confirmado a este periódico que la entidad ha cedido el derecho de voto en la junta de hoy al presidente de Colonial, Juan Josíé Brugera.
La oferta de reestructuración de deuda planteada por Brookfield, el principal acreedor, no ha logrado restar apoyos a la propuesta de Villar Mir, que según fuentes conocedoras del proceso, cuenta con el respaldo de Críédit Agricole, que tiene el 19,68% del capital social de Colonial, y del Banco Popular, que representa el 4,66%.
Contraoferta de Brookfield
En caso de que la junta no diera permiso al Consejo para llevar a cabo esta ampliación de capital, la compañía tiene sobre la mesa otra alternativa que no convence de todo al grupo.
El fondo canadiense Brookfield, planteó el pasado viernes una contraoferta a Colonial, en la que propone una reestructuración de la deuda, concretamente de un críédito sindicado de 1.800 millones, que vence a finales de este año.
La intención de este fondo es hacerse con el control de la inmobiliaria lanzando una opa dentro de cuatro años y para ello ofrece un plan dividido en cuatro tramos que además contempla la venta de la filial francesa de Colonial, Sociíétíé Foncií¨re Lyonnaise (SFL).
Esta es la parte que más puede descuadrar a Colonial, ya que según la propuesta de Brookfield, el grupo tendría que amortizar la reestructuración de los primeros 1.050 millones de euros con la venta de la totalidad de su participación en SFL. De este modo, la operación para desprenderse de la inmobiliaria francesa supondría al grupo unas minusvalías de alrededor de 250 millones de euros, una cantidad muy elevada para una compañía que cuenta con unos 300 millones de fondos propios.
Asimismo, el tercer tramo de 275 millones se refinanciaría mediante hipotecas constituidas sobre los inmuebles comerciales libres de cargas de Colonial, por lo que el grupo no solo perdería uno de sus principales activos, con la venta de SFL, sino que tendría que hipotecar el patrimonio sano en España.
De momento, la única oferta que se podrá valorar hoy en la junta es la del dueño de OHL, que se aseguró una representación en la misma al comprar el paquete de acciones de Royal Bank of Scotland (RBS), convirtiíéndose así en el principal accionista de Colonial, con el 20,27%.
El Grupo Villar Mir, se encargó ayer de ratificar su apuesta por la inmobiliaria y descartó rotundamente, en declaraciones a elEconomista, la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Brookfield para que ambas empresas tengan altas participaciones en Colonial.
Por su parte, la inmobiliaria cerró la sesión bursátil de ayer con un repunte del 6,54%, hasta los 1,39 euros por acción.