Quien más, quien menos, todos estamos esta tarde en Alemania comprobando si las redes criminales digitales tienen ya la contraseña de nuestro correo electrónico. La Agencia Federal de Seguridad Informática (BSI), desconocida hasta ahora para muchos, ha anunciado a travíés de los medios de comunicación que tiene constancia de que las contraseñas de 16 millones de cuentas de correo digital han caído en manos de redes criminales y ha puesto la lista de correos afectados a disposición del público para que cada usuario la pueda consultar y comprobar si sus correos están siendo intervenidos.
A travíés de la web
https://www.sicherheitstest.bsi.de/, cada ciudadano tiene la oportunidad de averiguar si su identidad digital ha sido robada en una operación masiva de contraseñas decodificadas gracias a una serie de 'bonets', una especie de red de ordenadores infectados por un programa conocido como bot o robotweb. El programa se introduce en el ordenador del usuario a travíés de correos electrónicos y permite al ordenador de origen hacerse con el control del equipo afectado.
Así es como personas ajenas se hacen con la contraseña de correo y tratan de utilizarla cruzándola con otros datos que encuentran en los archivos del ordenador, como cuentas bancarias.
Consejo: contraseñas distintas para cada servicio
La BSI aconseja a los afectados cambiar de inmediato las contraseñas de sus cuentas de correo electrónico y de cualquier otro servicio que contraten por internet, desde viajes y compra de libros o material audiovisual hasta redes sociales. Y piden encarecidamente que se utilicen contraseñas diferentes para cada uno de estos servicios, y no la misma para varios o todos ellos.
"Si la cuenta de correo ha sido hackeada, el ordenador estará seguramente infectado", ha explicado a la agencia DPA el portavoz de la BSI Tim Griese. Debido a las dimensiones de la operación, la infección ha pasado tambiíén desde cuentas de correo electrónico alemanas a ordenadores en el extranjero, por lo que las autoridades alemanas tambiíén aconsejan a usuarios extranjeros en contacto con alemanes que comprueben si su cuenta ha sido interceptada. De los 16 millones de cuentas infectadas, aproximadamente la mitad son alemanas, el resto está fuera del país.
Una vez infectado, el ordenador personal, la tableta o el telíéfono actúa como un zombi a las órdenes de los delincuentes, por lo que las consecuencias finales pueden ser imprevisibles.