La luz empieza a atisbarse en el profundo socavón diplomático del Canal de Panamá. Zurich, la aseguradora que cubre la fianza en caso de incumplimiento por parte de las constructoras, ha ofrecido aportar los 600 millones de dólares del seguro para financiar la terminación de las esclusas si la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) aporta otros 500 y no exige a Sacyr la devolución inmediata de los adelantos por importe de 780 millones.
Pese a la complejidad, la propuesta fue bien recibida por Jorge Quijano, el administrador de la ACP, que hasta hace 24 horas se había mostrado muy beligerante y totalmente en contra de las iniciativas del Grupo Unidos por el Canal (GUPC). El funcionario panameño señaló que se ha presentado una "propuesta que puede dar una solución a largo plazo" al conflicto, que amenaza con paralizar en cualquier momento las obras de ampliación de la vía interoceánica.
"Estamos todavía ventilando entre nosotros separadamente y conjuntamente" la propuesta "que han traído las partes" a la mesa de negociaciones, dijo Quijano en referencia al planteamiento hecho por Zurich, a la que tampoco le interesa que se suspendan las obras y que la ACP ejecute las garantías. En ese caso, perdería la prima cobrada a Sacyr, Impregilo, Jan de Nul y Cusa, los cuatros socios del consorcio.
Las partes consideran que con los 600 millones de dólares de Zurich y otros 500 que saldrían del fondo de reserva de la autoridad que gestiona el Canal se llegaría a los 1.100 millones. Una cifra que, aun siendo inferior a la petición inicial de 1.600 millones de dólares, se considera suficiente para concluir unos trabajos que están al 70% de ejecución.
Pero esta primera parte sólo es viable si, además, la ACP acepta retirar la reclamación al GUPC de reintegrar inmediatamente los 780 millones de dólares concedidos en forma de adelanto y que las constructoras debían haber devuelto el pasado año. Sacyr le ha propuesto suspender la devolución hasta que concluyan las obras, en junio de 2015, y una vez acabado el proyecto, acudir a un tribunal de arbitraje para que dirima si esos 780 millones se corresponden con reclamaciones justas por imprevistos o si, por el contrario, tienen que ser reembolsados a la ACP.
El litigio es vital para saber si la construcción de la tercera esclusa que une el Pacífico con el Atlántico le costará millones de píérdidas a Sacyr o a Panamá. De momento, la española y sus socios han reconocido números rojos de 324 millones de euros y un endeudamiento adicional que tendrán que devolver a HSBC y a Banesco.
Como muestra de buena voluntad, el consorcio ha retrasado hasta el próximo 31 de enero la fecha a partir de la cual podría suspender unilateralmente las obras, con lo que se han dado una semana más de plazo para continuar negociando. Sobre el tiempo que podría tomar evaluar la proposición para ver si es aceptada o no por todas las partes, Quijano dijo que sobre todo va a depender del consorcio, porque la ACP tiene claro que sólo puede aceptar una salida enmarcada "dentro del contrato".
El Canal quiere mantenerse dentro del contrato y creo que el mensaje lo han recibido tanto Zurich como GUPC. Estamos pues elaborando una propuesta entre ambos que pueda satisfacer dentro de los tíérminos legales nuestros", añadió. Sobre la marcha de las obras, el administrador afirmó que "los trabajos en el día de hoy siguen andando" y "no ha habido una suspensión de la obra", aunque Sacyr ha retirado a cerca de 7.000 de los 9.000 obreros que tenía en el Canal.